Realizan ocho maratones en ocho días para salvar su trabajo

Javier Olea y Francisco Morais, dos de los trabajadores de la empresa editorial Everest, realizaron ocho maratones consecutivos en ocho días para dar visibilidad al conflicto que está soportando la compañía. Los dos corredores fueron recibidos por más de un millar de personas que iban ataviadas con camisetas con el lema ‘Salvemos Everest’. A continuación te damos más detalles de esta historia y de por qué realizan ocho maratones en ocho días para salvar su trabajo.

Partieron de Navarra y llegaron a León

Tanto Francisco Morais como Javier Olea son corredores aficionados y empleados de esta empresa, cuya plantilla se encuentra en estos momentos en huelga y a los que se les adeuda siete nóminas. Los dos runner salieron a comienzos de mes desde la localidad navarra de Cabaña de Moriones y llegaron el pasado domingo a León, después de cubrir los 320 kilómetros que separan ambos municipios. Se decantaron por este número de kilómetros porque son también los trabajadores que tiene la compañía. En todo momento estuvieron arropados por corredores populares, que les demostraron todo su apoyo, sobre todo en la fase final. Fueron recibidos en Puente Castro y acompañados hasta la línea de meta que se encontraba en la plaza de Botines.

«Darlo todo» por una buena causa

A su llegada a la capital leonesa reconocieron que eran simplemente unos corredores populares que lo han «dado todo por las 320 familias» de la compañía. Después de cubrir los ocho maratones y de tener el apoyo de miles de personas se emocionaron, como reconoció Javier Olea. El paso de los kilómetros también hizo mella en ellos, sobre todo en la jornada del domingo, donde hacía mucha calor para correr y que les provocó una cierta deshidratación. Al término del último maratón reconocieron estar «hechos polvo», pero «estar cerca de casa y la motivación de la gente» les facilitó mucho los últimos kilómetros, donde llegaron «en volandas», apuntaron.

Afrontar otro maratón

Después de ocho días corriendo eran conscientes de que comenzaba de nuevo otro «maratón» para ellos. El día a día también se les hace muy cuesta arriba debido a los problemas laborales que soporta la compañía. El objetivo es que sus reivindicaciones se hagan notar y que todo el mundo conozca la delicada situación por la que están atravesando. La iniciativa de estos dos corredores no ha sido la única hazaña deportiva que han realizado estos trabajadores. Otro compañero de la empresa, Javier Robles, optó por realizar en bicicleta el tramo que separa León de Santiago de Compostela, que en total son 320 kilómetros. Invirtió un par de días. Insisten en la necesidad que el conflicto se haga visible y toda la comunidad conozca el problema. El presidente del comité de empresa, Enrique Reguero, adelantó que ya están preparando nuevas iniciativas, entre las que habrá algunas más de carácter deportivo para que el conflicto no se muera ni quede en el olvido. Sin lugar a dudas tiene un gran mérito los ocho maratones completados por estos dos corredores aficionados, que además lo hacen por una buena causa.