Qué es el síndrome de Skeeter o cuando las picaduras de mosquitos van a peor
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Si eres de esas personas que detestan los mosquitos, y ya te estás preparando mentalmente para lidiar con ellos durante el verano, déjanos decirte que hay quienes lo sufren más. es el caso del síndrome de Skeeter.
Si bien las picaduras de estos insectos son molestas para todo el mundo, hay algunos individuos que las sufren más todavía. Son aquellos que conviven con este síndrome, que puede desencadenar una respuesta alérgica severa por el ataque del mosquito.
Una reacción grave que requiere tratamiento
Para comprender mejor la situación hay que recordar que, cuando el mosquito se posa sobre la piel para succionar la sangre, también inyecta saliva en el organismo de la víctima. Esta saliva tiene múltiples sustancias, entre ellas algunas proteínas desarrolladas para evitar que la sangre se coagule. Eso permite al insecto alimentarse y continuar el ciclo de la vida.
El problema es que, en algunos humanos, los que poseen el síndrome de Skeeter, el metabolismo cree que las proteínas son una amenaza. Entonces su sistema inmunológico intenta protegerse de la sustancia y provoca una serie de reacciones que requieren tratamiento.
La respuesta inmunitaria por esta afección es exagerada y va más allá de los síntomas clásicos de las picaduras. Generalmente, los indicios de este trastorno aparecen unas horas después de la picadura. Y pueden mantenerse días.
Entre las señales normales del síndrome están las ronchas, la hinchazón, el picor intenso y el enrojecimiento de la zona. Ocasionalmente podrían formarse ampollas, hematomas o incluso protuberancias de hasta diez centímetros de largo.
La mayor parte de estos mecanismos de defensa son molestos y afectan negativamente a la calidad de vida.
¿Quiénes padecen este síndrome?
Puede darse en personas de todas las edades, pero es algo más común en niños. La explicación está en su sistema inmunitario, menos avanzado que el de los adultos. Además, los antecedentes familiares aumentan la predisposición a los síndromes relacionados con las defensas del cuerpo. Otros factores a considerar son la alta exposición a las picaduras según su región geográfica y la hipersensibilidad a las picaduras. Los pacientes con asma son más propensos a experimentar el Skeeter.
La prevención, el único remedio
No hay una cura definitiva para olvidarse de este trastorno. Lo más eficiente es la prevención, vistiéndose con prendas que oculten todo lo posible las zonas favoritas de los mosquitos. Allí donde resulte imposible hacerlo, lo ideal es aplicar algún tipo de repelente.
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