Ivermectina, ¿Una alternativa a la vacuna contra la COVID-19?
Un estudio del ISGlobal y la Clínica Universidad de Navarra plantea la ivermectina como una alternativa a la vacuna contra la COVID-19.
Fact checked
Este artículo de OkSalud ha sido verificado para garantizar la mayor precisión y veracidad posible: se incluyen, en su mayoría, estudios médicos, enlaces a medios acreditados en la temática y se menciona a instituciones académicas de investigación. Todo el contenido de OkSalud está revisado pero, si consideras que es dudoso, inexacto u obsoleto, puedes contactarnos para poder realizar las posibles modificaciones pertinentes.
La llegada de la COVID-19 pilló tan de sorpresa a los sanitarios que no sabían cómo tratar la enfermedad. Esto les llevó a emplear diferentes tratamientos para poder aliviar los cuadros más graves que presentaban pacientes del coronavirus. La ivermectina fue uno de los medicamentos que se emplearon al comienzo de la pandemia para tratar la COVID.
La ivermectina ha resultado ser un medicamento eficaz de forma parcial en 300 virus diferentes, de ahí a que se plantease la posibilidad de ser un medicamento eficaz para frenar la expansión del virus.
Fue en ese momento cuando el doctor Carlos Chaccour, investigador de Instituto de Salud Global de Barcelona y médico de la Clínica Universidad de Navarra, se puso a indagar y a investigar la eficacia de la ivermectina contra el coronavirus.
En este estudio, que fue llevado a cabo por el ISGlobal, participaron 24 pacientes y comenzó en el mes de marzo, aunque hasta finales de mayo no obtuvo el permiso. «Entonces, en la Clínica Universidad de Navarra ya no había pacientes. Y no tuvimos los enfermos para reclutar hasta septiembre», han explicado. Entre los pacientes se encontraban personas de entre 18 y 56 años (con una edad media de 26), sin patologías previas, con infección moderada en las 72 primeras horas tras la aparición de síntomas.
En el momento en que se comenzó a elegir a los pacientes, se les tomaron frotis nasofaríngeos y muestras de sangre, así como pasados cuatro, siete, 21 y 28 días del inicio del tratamiento. La mitad recibió ivermectina y la otra mitad, placebo. A los cuatro días, la carga viran en los que habían recibido el fármaco era cuatro veces menor; pasada una semana, hasta dieciocho veces menor.
Además de presentar una menor carga viral, también se destacó la aparición de menos síntomas comunes que provoca el coronavirus: menos problemas olfativos y una menor duración de la tos. Asimismo, todos los pacientes desarrollaron anticuerpos frente al virus, que fue menor en el caso de aquellos que recibieron ivermectina. «Podría indicar que los pacientes tratados desarrollaron menos carga viral», considera Chaccour.
Así, la ivermectina se plantea como una posible solución a la pandemia del coronavirus, al menos para evitar que se propague de una forma tan rápida.