Golpe al cáncer: desarrollan una vacuna con células tumorales completas adaptadas a cada paciente
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Un estudio publicado en Nature Communications, afirma que se ha conseguido en laboratorio, cargar células tumorales de un paciente con nanopartículas fototérmicas para irradiarlas con láser denominado NIR, y conseguir matar estas células cancerígenas al inyectarlas como vacuna personalizada.
Esta noticia de investigadores del Instituto de Ingeniería de Procesos (IPE) de la Academia China de Ciencias y de la Universidad de la Academia China de Ciencias (UCAS) se suma a la carrera contra el cáncer, que eleva su tono afortunadamente, tras el anuncio hace varias semanas de la farmacéutica Moderna de que en 2030 podría haber una vacuna contra el melanoma.
En esta nueva investigación, los científicios se ha basado en las nanopartículas que con una irradiación, convirtiéndose en hipertermia, lo que se consigue es potenciar la respuesta inmunitaria. Este refuerzo a la carta de la respuesta inmunitaria ayuda a suprimir eficazmente el crecimiento tumoral.
Las vacunas contra tumores se consideran desde hace tiempo herramientas prometedoras para la inmunoterapia del cáncer, ya que utilizan el sistema inmunitario del organismo para combatir las células tumorales. Sin embargo, entre las vacunas tumorales, las TCV se distinguen por contener todos los antígenos de las células tumorales del propio paciente y no sólo un grupo selecto. Por ello, las TCV pueden inducir más fácilmente una respuesta inmunitaria en el paciente, ya que responden a una gama más amplia de antígenos que las vacunas tumorales ordinarias.
Para mejorar la inmunogenicidad de las células tumorales inactivadas en las vacunas, se han explorado métodos relacionados con los adyuvantes. Sin embargo, la mayoría de los enfoques implican procesos complejos y lentos. Otro reto de las TCV es la necesidad de múltiples dosis y la ausencia de regímenes personalizados.
«En este estudio, desarrollamos una TCV que admite una estrategia de inyección única e irradiación múltiple para la manipulación a demanda de la respuesta inmunitaria local», ha explicado el primer autor del artículo, MENG Jiaqi.
Para preparar la vacuna, los investigadores cargaron inicialmente nanopartículas fototérmicas en las células tumorales. Posteriormente, la irradiación láser NIR indujo a las células tumorales a sobreexpresar proteínas de choque térmico (HSP) como adyuvantes endógenos. A continuación, las células tumorales se inactivaron mediante un proceso de congelación-descongelación antes de preparar la vacuna (TCV).
Transformar el proceso de vacunas para acabar con el cáncer
Los investigadores han desarrollado una nueva forma de aumentar significativamente la potencia de casi cualquier vacuna usando la química y la nanotecnología para cambiar la ubicación estructural de los adyuvantes y los antígenos de una vacuna a nanoescala, lo que aumenta enormemente su rendimiento, según publican en la revista Nature Biomedical Engineering.
Los científicos del Instituto Internacional de Nanotecnología (IIN) de la Universidad Northwestern (Estados Unidos) utilizaron la química y la nanotecnología para cambiar la ubicación estructural de los adyuvantes y los antígenos en y dentro de una vacuna a nanoescala, lo que aumentó enormemente el rendimiento de la vacuna. El antígeno se dirige al sistema inmunitario, y el adyuvante es un estimulador que aumenta la eficacia del antígeno.
«El trabajo demuestra que la estructura de la vacuna, y no sólo sus componentes, es un factor crítico para determinar su eficacia –afirma el investigador principal Chad A. Mirkin, director del IIN–. Dónde y cómo colocamos los antígenos y el adyuvante dentro de una misma arquitectura cambia notablemente la forma en que el sistema inmunitario la reconoce y procesa».