Un estudio revela mayor riesgo cardiovascular tras una agudización de EPOC

Dejar de fumar, realizar programas de entrenamiento específicos y llevar una vida saludable supone una clara mejoría en el control de las agudizaciones

EPOC: las claves para reducir las complicaciones que causa esta enfermedad respiratoria

EPOC
Es imprescindible tener un buen control de la EPOC.

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La Revista Española de Cardiología ha publicado recientemente los resultados actualizados del estudio EXACOS-CV: ‘Asociación entre las agudizaciones de EPOC y los eventos cardiovasculares agudos en España’. Se trata de una investigación realizada en la ‘vida real’ y es el primero de este tipo en población española. El objetivo de este estudio ha sido explorar el riesgo de eventos cardiovasculares graves y de muerte por todas las causas durante los 12 meses siguientes a haber sufrido una exacerbación a agudización por (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) EPOC en una gran parte de los pacientes con esta enfermedad. 

Los resultados han mostrado un aumento significativo del riesgo cardiopulmonar tras una exacerbación de EPOC. Uno de los responsables del estudio, el Dr. Nicolás Manito, jefe clínico de la Unidad de Insuficiencia Cardíaca Avanzada y Trasplante Cardíaco del Hospital de Bellvitge (Barcelona) explica en declaraciones a OKSLAUD qué mecanismos subyacentes podrían explicar esta asociación: «Se han sugerido varios mecanismos para explicar cómo la EPOC eleva el riesgo de eventos cardiopulmonares, incluida la inflamación sistémica (la inflamación es la clave de la enfermedad aterosclerótica y de la insuficiencia cardiaca), la hiperinsuflación, la hipoxia y la disfunción endotelial. Estos mecanismos pueden aumentar durante las exacerbaciones, con efecto adicional de la presencia de hipercoagulabilidad».

Además, prosigue el doctor Manito: «Un mal control de la EPOC produce hiperinsuflación pulmonar, que no solo está relacionada con mayor morbimortalidad en estos pacientes sino que, además, induce importantes acciones que deterioran la hemodinámica y la función cardiaca, en especial la reducción del gasto cardíaco. Todo ello incrementa aún más el riesgo de eventos cardiovasculares (CV) graves. Los pacientes con enfermedad Cardiovascular y/o EPOC también comparten factores de riesgo como son el tabaquismo, la obesidad y la inactividad física. En este sentido, la conjunción del riesgo CV y el riesgo pulmonar podría dar lugar a un nuevo concepto que es el denominado ‘riesgo cardiopulmonar’. En un futuro próximo el cálculo de este riesgo podría representar una ayuda en la toma de decisiones clínicas».

En cuanto a las medidas que deberían tomarse para proteger a estos pacientes durante este periodo crítico el doctor destaca:

    • Detectar precozmente a los pacientes con EPOC que han presentado una exacerbación y que tienen mayor riesgo de eventos CV mayores graves. En ese perfil de pacientes estarían los que presentan mayor eosinofilia en sangre indicando mayor inflamación sistémica y pulmonar. También serían útiles el uso de biomarcadores de enfermedad CV como son los péptidos natriuréticos y la troponina ultrasensible 
    • Tratar la hiperinsuflamación pulmonar y la inflamación con tratamientos broncodilatadores eficaces. En esta línea, el tratamiento broncodilatador específico aporta buen control de la reagudización y también se mejora la función cardíaca. Hay evidencias clínicas que muestran como la triple terapia broncodilatadora inhalada con LAMA+LABA+corticoides ayuda a reducir de forma significativa la mortalidad global y también reduce la mortalidad CV en pacientes con EPOC
    • Una correcta optimización de los factores de riesgo cardiovasculares de los pacientes con EPOC actualizando aquellos tratamientos que impactan en la mortalidad CV como las estatinas. 

Atención multidisciplinar

En las conclusiones del estudio se destaca la necesidad de una atención multidisciplinar proactiva para hacer frente al riesgo cardiopulmonar de los pacientes. El doctor Manito explica que, actualmente, tanto los pacientes con enfermedad CV como los pacientes con EPOC son atendidos por un elevado número de profesionales en organizaciones y servicios diferentes, entre los que destacan: cardiología, neumología, medicina interna y medicina de atención primaria.  El manejo de las enfermedades cardio-respiratorias requiere una estrecha colaboración entre todos ellos en todas sus fases: la prevención, el diagnóstico precoz, la enfermedad aguda, la rehabilitación y el paciente crónico. 

Esta coordinación implica, según el Dr. Manito:

    • En primer lugar, hacer una llamada de atención y de sensibilización a los profesionales implicados para una detección y diagnóstico precoz de la patología cardiopulmonar 
    • Crear vías clínicas con protocolos comunes y actualizados para facilitar la continuidad de cuidados y aumentar la eficiencia del sistema sanitario
    • La historia clínica electrónica compartida puede evitar la duplicación de pruebas, remisiones y derivaciones innecesarias, un uso inadecuado de los servicios de urgencias, errores médicos en la prescripción de medicamentos con interacciones o duplicidades, contradicciones en los planes de atención y en los diagnósticos y percepción de falta de comunicación entre profesionales por el paciente, con posterior desconfianza y menor adherencia a las indicaciones.

Principales desafíos

La Dra. Salud Santos, jefa de servicio y responsable de la Unidad de EPOC del Hospital Bellvitge (Barcelona), explica que los principales desafíos a los que se enfrentan los profesionales de la salud al tratar a pacientes con EPOC que también tienen un alto riesgo cardiopulmonar es que sufren mayor gravedad y fragilidad. «Suelen ser pacientes con sintomatología crónica importante que impacta en su calidad de vida. Muchas veces llegamos tarde, no siempre están bien identificados, ni se tratan de manera global y adecuada. La EPOC es un factor de riesgo cardiovascular más, uno muy importante, por tanto, un motivo más para diagnosticarla cuanto antes y poner medidas terapéuticas de control de la enfermedad», declara la doctora a OKSALUD.

«Cuando la enfermedad ya está establecida nuestro principal desafío es anticiparse a las complicaciones pulmonares (agudizaciones) y cardíacas, mejorar sus síntomas diarios, la calidad de vida e intentar evitar ingresos hospitalarios por agudizaciones de su enfermedad, situación que pone a los pacientes en mayor riesgo de mortalidad», afirma la doctora Santos.

Los datos del estudio demuestran que casi la mitad de los pacientes que fallecieron tras una agudización grave lo hicieron por causas cardiovasculares por eso identificar los pacientes de manera precoz es fundamental para planificar el tratamiento adecuado. La Dra. Santos puntualiza: «Antes de que ocurra el ingreso es importante ofrecer a los pacientes programas de deshabituación tabáquica, programas de ejercicio, educación sanitaria por parte de enfermería sobre las vacunaciones recomendadas y la terapia inhalada, además de control de factores de riesgo cardiovascular y detección y tratamiento precoz en caso de agudización. Después de la exacerbación, es clave realizar un seguimiento de estos pacientes y mantener la continuidad asistencial para disminuir complicaciones. Una valoración global, desde el punto de vista respiratorio y cardíaco, es fundamental».

Factores de riesgo modificables

Cuando un paciente presenta una EPOC, todos estos aspectos son fundamentales para conseguir el mejor estado de salud posible y evitar los factores de riesgo modificables, es decir, seguir una buena dieta, hacer ejercicio y llevar una vida saludable. «Tenemos estudios que demuestran que los pacientes que han dejado de fumar, que realizan programas de entrenamiento específicos y se tratan para la EPOC con inhaladores adecuados, presentan una clara mejoría en el control de las agudizaciones. Además, un paciente entrenado en su día a día, con peso controlado, con los factores de riesgo cardiovasculares controlados y tratamiento inhalador para la EPOC optimizado por su médico, siempre estará en una mejor situación para afrontar potenciales complicaciones».

«Casos de pacientes con estas características los vemos con frecuencia en nuestras consultas. Un paciente puede presentar una infección respiratoria que descompense su enfermedad pulmonar crónica y durante el ingreso o en semanas posteriores complicarse con un infarto de miocardio. Cada una de estas agudizaciones, sobre todo las graves, que son verdaderos ‘ataques al pulmón’, pone en riesgo al paciente, por eso es importante prevenir y tratar precozmente estas descompensaciones», concluye la Dra. Santos.

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