ECMO, el soporte cardíaco y pulmonar artificial que salva vidas en el Hospital Ruber Internacional

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La ventilación mecánica es la principal herramienta de la que se dispone para controlar y apoyar las soluciones en las que se produce una insuficiencia respiratoria secundaria a múltiples patologías. El problema es que algunas de estas patologías y en función de la duración de la ventilación mecánica y del modo ventilatorio que sea necesario utilizar, se pueden producir múltiples efectos secundarios y numerosas complicaciones. Por lo que, finalmente, se corre el peligro de llegar a una situación en la que sea imposible oxigenar y ventilar al paciente de forma adecuada.

De entre estas complicaciones, algunas de las más frecuentes y peligrosas son, por ejemplo, la barotrauma, las lesiones pulmonares asociadas a la ventilación, la neumonía asociada a la ventilación o los trastornos hemodinámicos, entre otros. Para este tipo de casos, el Hospital Ruber Internacional dispone desde hace dos años del ECMO, un sistema de asistencia mecánica circulatoria y respiratoria capaz de oxigenar y ventilar la sangre del paciente en casos de insuficiencia cardiaca o respiratoria refractarias a tratamiento intensivo.

Lo hace mediante la extracción de la sangre del paciente a un circuito extracorpóreo y consta de un oxigenador de membrana que permite realizar la función respiratoria fuera de los pulmones enfermos o incapaces de realizar su función –ECMO venovenoso–. Además, durante el tiempo que se utiliza el sistema, se permite un reposo total a los pulmones o parcial –mediante el uso de un modo ventilatorio que se conoce como ventilación hiperprotectora o heipercapnia permisiva–, con el objetivo de lograr una recuperación total o parcial de los mismos. La técnica puede utilizarse desde unos pocos días a varias semanas sin interrupción.

El jefe de la Unidad de Medicina Intensiva del Hospital Ruber Internacional, Andrés Carretero @Quironsalud
El jefe de la Unidad de Medicina Intensiva del Hospital Ruber Internacional, Andrés Carretero @Quironsalud

El sistema ECMO o la oxigenación por membrana extracorpórea consta de dos modelos, el venovenoso (ECMO VV) y venoarterial (ECMO VA). Ambos cuentan con un circuito externo artificial al que se transporta la sangre del paciente fuera de su organismo. En el caso del venovenoso, la sangre se extrae, según explica el jefe de la Unidad de Medicina Intensiva del Hospital Ruber Internacional, Andrés Carretero, por medio de una cánula o tubo de drenaje que se coloca generalmente en la vena femoral del paciente.

Mediante una bomba centrífuga, prosigue explicando el Dr. Carretero, la sangre es transportada a un oxigenador donde se le aporta oxígeno y se elimina el exceso de CO2. La sangre regresa al cuerpo por una cánula de entrada, que suele ser la vena yugular interna derecha.

Por su parte, los pulmones siguen trabajando mientras se produce este proceso, pero a un ritmo más bajo. «Este sistema permite darles reposo al hacer por ellos la mayor parte del trabajo para que en unos días te permita volver a la situación de ventilación mecánicaestándar», explica el Dr. Carretero

Pacientes con insuficiencia respiratoria y trasplante pulmonar

El ECMO VV está indicado para pacientes con insuficiencia respiratoria aguda grave potencialmente reversible y como puente al trasplante pulmonar. También en casos donde hay una disfunción primaria de un injerto pulmonar.

Si el venovenoso es un sistema de soporte respiratorio, el ECMO venoarterial se define como un sistema de soporte circulatorio. «La diferencia fundamental», asevera el Dr. Carretero, «entre ambos es que si en el ECMO VV sacas la sangre de una vena y la reintroduces en una vena, en el venoarterial sacas la sangre de una vena, pero la reintroduces en una arteria».

Se utiliza en situaciones de shock cardiogénico, es decir, cuando el corazón no es capaz de generar un gasto cardiaco adecuado, lo cual generalmente se manifiesta clínicamente por hipotensión arterial refractaria, así como cuando tampoco responde a medidas convencionales, como fármacos inotrópicos y vasoconstrictores o medios mecánicos –como por ejemplo el balón de contrapulsación intraaórtico–, indica carretero.

En situaciones de insuficiencia respiratoria, el sistema ECMO nunca es la primera opción. «Tienes que haber intentado primero una ventilación mecánica estándar y otras maniobras, como la ventilación en prono, por ejemplo. En el caso del VA sí que hay circunstancias en las que directamente puedes utilizarlo». Una vez que se ha estabilizado al paciente, el siguiente paso es regresar a la ventilación mecánica estándar. ECMO, tiene contraindicaciones en los casos de daño neurológico irreversible, neoplasia maligna activa o enfermedad concomitante terminal, así como en aquellos que corresponden a una valoración personal de cada caso –mayores de 70 años– o la obesidad mórbida.

El uso del ECMO en el Hospital Ruber Internacional ya ha salvado vidas. «En algunos de nuestros casos», afirma el Dr. Carretero, «de no haber contado con este sistema se hubiera producido un desenlace fatal casi con total seguridad».

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