¿Por qué deberíamos permanecer un par de horas al día en silencio?
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Desde que nos levantamos de la cama hasta que nos acostamos nuestra vida está plagada de ruidos y sonidos. Si uno se para a pensar en todo el tiempo que disfruta del silencio, posiblemente no consiga recordar un periodo superior a los cinco minutos. Y eso que en teoría permanecemos 16 horas despiertos. En este artículo queremos explicarte por qué deberíamos permanecer un par de horas al día en silencio.
Haciendo un repaso a nuestra rutina diaria, lo primero que se escucha por la mañana es el despertador, que puede programarse con música o radio. La música puede acompañarnos hasta la ducha. Una vez que nos montamos en el coche o en el transporte público para ir a trabajar escucharemos la radio para enterarnos de las últimas noticias del día.
Pero el silencio relajante va más allá de la simple ausencia de palabras, ya que también implica estar a solas con uno mismo y no sufrir interferencias del exterior, tanto visuales como auditivas. Estamos tan habituados a seguir una rutina, que incluso sentimos pánicos ante esa situación de relajación y tranquilidad. Lo asumimos como algo anormal.
Además, cada vez estamos pendientes de todo lo que ocurre a nuestro alrededor. De subir fotos a las redes sociales, de mirar los mensajes del móvil o simplemente buscar la opinión de otros. Somos incapaces de dedicarnos una pequeña parte de tiempo a nosotros mismos. El silencio resulta esencial en la vida para conseguir una buena salud y el bienestar personal. Incluso la Organización Mundial de la Salud responsabiliza a la contaminación acústica de muchas enfermedades de la población.
Una gran cantidad de ruido provoca ansiedad, estrés y problemas nerviosos. Las personas con tendencia a sufrir migrañas deben intentar refugiarse en lugares silenciosos y tranquilos desde que arrancan las crisis. Hay que buscar un sitio en donde se pueda cultivar la tranquilidad y la relajación. No sólo en el dormitorio, también en el resto de la casa. Un par de horas antes de acostarte debes apagar el teléfono móvil y huir de los ruidos estridentes que originen la televisión o la radio. No sería mala idea que cuando estuviésemos a punto de meternos en la cama practicásemos algún ejercicio de relajación y meditación. Pensar en positivo antes de acostarse también ayuda a conciliar el sueño.
Lo ideal sería buscar un refugio en el campo, en donde pudiésemos huir del ruido de los coches, de los vecinos y de cualquier otra cosa que enturbiase nuestra tranquilidad. Procura reservar, si dispones de tiempo, un par de horas para estar solo en silencio. Verás como acabarás como nuevo después de probarlo.