Camino de Santiago

Los mejores consejos para hacer el Camino de Santiago por primera vez

Los mejores consejos para hacer el Camino de Santiago por primera vez
Los mejores consejos para hacer el Camino de Santiago por primera vez

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El Camino de Santiago se puede hacer en cualquier momento, aunque en general se nos recomienda optar por él durante los meses de primavera y verano, cuando las temperaturas son más agradables, y las probabilidades menos lluvias. Por supuesto, esto no quiere decir que no debamos cuidar ciertos aspectos durante el trayecto, por lo que estos consejos para hacer el Camino de Santiago por primera vez.

Si eres de los que se deciden por realizar este recorrido durante el verano, debes seguir las sugerencias típicas de quien hacer actividad física en los horarios centrales del día, no sólo manteniéndote hidratado sino además ingiriendo diferentes frutas y vegetales ricos en agua para que tu estómago vaya ligero, descartando cualquier clase de comida pesada y ultraprocesada.

Consejos para hacer el Camino de Santiago por primera vez

Preparación física y mental

Intenta informarte previamente sobre la historia del Camino y la peregrinación para asumir mejor el esfuerzo que te espera por delante. Será una motivación estar al tanto de todo lo que hay alrededor de ello. Antes de ponerte a recorrer el Camino de Santiago hay que entrenar debidamente el cuerpo, ya que aunque seas un corredor, ciclista o montañero, caminar durante varias horas al día te resultará muy duro.

Tres semanas antes de comenzar la ruta deberías ponerte las botas y la mochila que usarás en el Camino para hacer entrenamientos de en torno a 20 kilómetros. En la medida de lo posible hay que planificar las etapas que realizaremos. Lo más normal es hacer entre 25 y 35 kilómetros diarios. En las primeras etapas haremos recorridos más cortos para que el cuerpo vaya asimilando el esfuerzo. Para entrenarte siempre puedes utilizar una cinta de andar.

Hay que llevar poco peso, así que evitaremos todo aquello que sea innecesario y que se pueda adquirir en los comercios que te encuentres en la ruta. Cómo máximo, el peso de la mochila debería ser el 10% de nuestro peso corporal. En primavera y verano hay que llevar ropa ligera, un chubasquero y un forro polar, además de tres camisetas y tres mudas (que lavaremos cuando se pueda), sombrero, gafas de sol, bañador y un pantalón de tejido técnico y de perneras desmontajes. En cuanto al calzado, lo más adecuado son unas botas de trekking, una zapatillas de trail running y unas chanclas de goma.

Otros útiles imprescindibles

Tampoco puede faltar en nuestro equipaje el saco de dormir y la esterilla, una cantimplora, navaja multiusos, una linterna frontal y en algunos casos un bastón extensible de montañero que te servirá de gran ayuda en los terrenos inestables. En los tiempos que corren también se presenta como algo necesario el teléfono móvil y la cámara de fotos, además de sus respectivos cargadores.

Las enfermedades del peregrino

Lo más normal es que el peregrino tenga que soportar la aparición de ampollas debido al roce del calzado y el calor. Para que curen lo mejor es picharlas con un hilo, dejando un orificio de entrada y salida para que drene. Para que las agujetas no sean tan marcadas al comienzo de la ruta, se aconseja hacer recorridos más bien cortos al principio. Al terminar cada jornada hay que estirar correctamente y darse una buena ducha.

Hidratos de carbono y proteínas

Tienes que prestarle atención a la ingesta de hidratos de carbono y proteínas, porque necesitarás energía para llegar a destino, así que incluye pequeñas porciones de estos alimentos, sin agregarles salsas ni otros aditivos que te hagan ganar calorías huecas innecesariamente.

¿Qué hacer antes de ponerte en marcha?

Si eres novato lo mejor es el Camino Francés, considerando que es el que cuenta con una mayor infraestructura y número de peregrinos, pero sumándole a eso que la señalización es más clara, y que podrás resolver cualquier imprevisto antes.

La distancia a completar es la que uno crea según sus condiciones de lograr, pero puede ser interesante un chequeo médico antes para saber si estamos aptos para realizar esta ruta.

Por lo demás, intenta ir acompañado o hacerte algún amigo, calcula un gasto promedio en todo concepto de unos 30 euros diarios, y no te preocupes por la comida y el alojamiento, que abundan a lo largo del camino.

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