Cómo evitar durezas y callos en los pies
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Resulta bastante frecuente entre los deportistas que tengan problemas en los pies, en forma de durezas o de callos. Se trata de un problema bastante común. Los callos se definen como una zona de la piel en la que se acumula queratina debido a la compactación de células muertas relacionadas a la epidermis. La compactación se origina por el continuo rozamiento, que puede ser por fricción en la piel o por la presión. Aparecen en la parte lateral de los dedos o en la zona superior, sobre todo por un calzado que no ajusta adecuadamente. En este artículo te damos unos consejos sobre cómo evitar durezas y callos en los pies.
Las durezas no están consideradas como un problema de salud, ya que más bien es una reacción protectora de la piel, que actúa de esta manera cuando se ve sometida por un exceso de fricción o de presión. Pero los callos no sólo aparecen en los pies, también son habituales en las manos de aquellas personas que tienen profesiones como albañilería o fontanería.
Evitar aparición de durezas en pies
Las durezas pueden aparecer por un calzado demasiado apretado o mal ajustado. Por eso es preciso acertar con la talla del zapato para que no acabemos con este problema en los dedos de los pies, el talón o en la planta. Intentaremos en la medida de lo posible que se ajuste bien al pie, por lo que descartaremos el calzado muy grande o apretado.
Es preciso cambiar con bastante frecuencia de calzado. Le prestaremos mucha atención a los zapatos con tacón, que no son nada beneficiosos para nuestros país. Se aconseja alternarlos con otros planos, aunque lo ideal sería recurrir a los zapatos de cordones, que disponen de una hormas más grandes.
Echar crema
Resulta muy normal que después de ducharnos nos apliquemos algo de crema por el cuerpo y la cara para que no se nos seque la piel, sin embargo suele ocurrir que nos olvidamos de los pies, que quedan en un segundo plano. Para evitar la aparición de durezas y callos en los pies se puede echar un poco de crema hidratante o vaselina, sobre todo después del baño de cada día.
Pero más allá de los productos que podamos aplicar en la piel para prevenir la aparición de callos y durezas, también hay que prestarle atención a la higiene. Una vez que salgamos de la ducha es preciso secar adecuadamente los pies, sobre todo entre los dedos, ya que si no estaríamos favoreciendo la formación de durezas al incrementarse la sequedad de esta zona.
En el caso de los deportistas resulta bastante frecuente que acaben con durezas en los laterales de los dedos, sobre todo los runners. Los calzados que emplean cada vez cuentan con menos amortiguación y las superficies elegidas suelen ser bastante duras, por lo que el pie acaba sufriendo en exceso. Después de una tirada larga no te asustes si te encuentras una dureza. Hay que cuidar los pies. Intenta hidratarlos bien para que no se sequen.