Claves para rentabilizar tu paso por el gimnasio
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El paso por el gimnasio no debe convertirse en una tortura. Piensa que cuando salgas lo harás en mejor estado de lo que entraste. Practicar ejercicio con regularidad te ayudará a sentirte mejor y a estar más a gusto contigo mismo. En este artículo te damos las claves para rentabilizar tu paso por el gimnasio.
Una vez que te apuntes, lo más importante es que consigas ir de vez en cuando, intentando marcarte unos días concretos para entrenar. Al principio puede que te sientas un tanto perdido y en ocasiones con bastante ilusión, pero no pierdas en ningún momento la motivación.
Es necesario que durante las primeras sesiones te acompañe un monitor o un entrenador para que realice un seguimiento a tus entrenamientos y te aporte las claves necesarias para conseguir tus objetivos. Al cabo de unos días serás capaz de realizar cualquier ejercicio sin necesidad de ayuda y además te acabarás enganchando a la actividad física. Tanto tu cuerpo como tu cabeza te lo reclamarán a diario, y el día que no puedas acudir al gimnasio lo echarás mucho de menos.
Los días que no puedas ir al gimnasio intentarás buscar otras alternativas como ejercitarse en casa, salir a correr o coger la bicicleta.
El monitor se encargará de enseñarte lo más básico durante esas primeras sesiones en el centro deportivo, principalmente el funcionamiento de las distintas zonas del gimnasio y los aparatos. Es cuestión de ir familiarizándose con ellos. Después de dos meses lo conveniente sería que el monitor diseñase un plan de entrenamiento personalizado, en donde entren en escena nuevos ejercicios que se salgan de lo básico del principio.
Hay que ser muy prudente con el trabajo físico que se realice, ya que no es conveniente marcarse unas metas demasiadas ambiciosas, ya que luego acabaríamos con sensación de frustración. Para empezar, lo adecuado sería unos 35 minutos de ejercicio durante las primeras semanas, para ir ampliando el tiempo progresivamente. Intenta asesorarte con un profesional para no realizar siempre el mismo circuito e ir variando para no estancarse.
Dejarse asesorar por el monitor
A muchas personas les cuesta mucho iniciarse en el gimnasio porque piensan que van a desentonar, que no están a la altura del resto de deportistas, pero esa creencia resulta totalmente errónea. Todo el mundo puede acudir al gimnasio y entrenarse a su nivel, sin necesidad de preocuparse de lo que realicen los demás.
Eso sí, es necesario hacer caso en todo momento a las indicaciones del monitor y empezar por algo sencillo que nos anime y motive. Al principio, los que no estén acostumbrados a realizar una actividad física posiblemente se noten un tanto agarrotados y con agujetas, de ahí que tarden un par de semanas en sentirse ágiles y frescos. Todo con el tiempo llegará, así que no te desesperes ni intentes hacer ningún milagro.