¿Los cambios de temperatura condicionan la actividad sexual?
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Durante el sexo, nuestro cerebro libera endorfinas, dopamina, oxitocina y serotonina, entre otras, también conocidas como hormonas del placer o de la felicidad. Tras la actividad sexual se produce una mejoría en del estado de ánimo y disminuyen los niveles de estrés. Para poder tener una sexualidad satisfactoria es importante el autoconocimiento y la comunicación en caso de tener pareja.
En las época de calor, se cree que el número de relaciones sexuales aumenta, en parte debido al aumento de tiempo libre, tener menor estrés, la mayor exposición solar que nos hace estar más activos y el hecho de estar de vacaciones. De hecho, excepto en momentos puntuales como puede ser una ola de calor muy intensa, podemos utilizar nuestro ingenio para tener actividades sexuales a pesar del calor. «Mientras estemos bien hidratados no deberíamos tener mayor dificultad, además puede ser oportunidad para explorar nuevas actividades eróticas como una ducha en pareja o inventarnos un juego con hielos o agua helada, por ejemplo», explica la psicóloga de Onelife Center, Anushik Harutyunyan
«El sexo es un derecho, es beneficioso para nuestra salud y mejora nuestra calidad de vida, por lo que tanto si estamos en pareja como en solitario, es necesario fomentar nuestra sexualidad. Es importante buscar los momentos, planificar e innovar en nuestra rutina sexual para evitar que el sexo se convierta en una actividad demasiado difícil de alcanzar o genere expectativas poco realistas», afirma la psicóloga.
Desde el punto de vista de Anushik Harutyunya, es básico saber que la sexualidad no consiste únicamente en la masturbación o la penetración, sino que existe un abanico amplio de actividades eróticas como las caricias, los masajes o los juegos sexuales que pueden ayudarnos a conseguir un mayor placer sexual. A parte de esto, también pasar tiempo de ocio y tener momentos de diversión con nuestra pareja, fuera de la rutina suele aumentar las ganas de mantener relaciones sexuales y el disfrute de las mismas.
Suelo pélvico en forma
Aunque el fin de las relaciones sexuales, tanto en pareja como en solitario, no debe ser el orgasmo, sino el disfrute, el autoconocimiento y el placer como tal, éste guarda una relación muy estrecha con el suelo pélvico. «El calor, las vacaciones y el relax pueden predisponer a que el deseo de practicar sexo aumente y que, por lo tanto, el número de encuentros sea mayor y se puedan llegar a tener más o menos orgasmos», explica la fisioterapeuta especializada en uroginecología de Onelife Center, Melanie Fernández.
El suelo pélvico es el conjunto de músculos, ligamentos y fascias que dan soporte a nuestras vísceras intrapélvicas e intervienen en funciones tan fundamentales como la gestión de la presión intraabdominal, la micción, la defecación, la continencia, el embarazo y la respuesta sexual.
Durante la excitación, explica la fisioterapeuta de Onelife Center, se produce un aporte sanguíneo hacia los genitales, aumentando la erección del clítoris y el pene, y el suelo pélvico, gracias a su plano más superficial (isquiocavernoso y bulboesponjoso) ayuda al mantenimiento de esta erección. A medida que la excitación va en aumento, la musculatura del suelo pélvico aumenta su tensión, contribuyendo a la sensación de placer.
Con el orgasmo, se van a producir contracciones rítmicas de nuestro suelo pélvico, siendo en condiciones normales de diez a quince contracciones por segundo, involuntarias y rítmicas, de los músculos del suelo pélvico, la vagina, el útero y el esfínter anal. Por este motivo, nos cuenta Melanie Fernández: «El orgasmo es uno de los mejores ejercicios para fortalecer o mejorar nuestro suelo pélvico: por un lado ayuda a la mejora de la vascularización de los tejidos mejorando así la lubricación y ayuda a fortalecer la musculatura del suelo pélvico porque además, entrena la mayoría de las fibras que forman esta musculatura, que en un gran porcentaje son fibras involuntarias (80%), mejorando así la calidad e intensidad de los orgasmos».