Almudena Sos: “Una persona obsesiva o compulsiva bien encaminada puede llegar muy lejos”
“La obsesión y la compulsión son mecanismos de escape de uno mismo”
“Considero muy importante que ese profesional también haya pasado por lo mismo y lo haya superado”
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Las obsesiones son dinámicas en las que la mente se focaliza en un pensamiento que se repite de forma incontrolada. La compulsión es una acción repetitiva sin control.
«Generalmente la compulsión acompaña a la obsesión, ya que esta conducta repetitiva tiene como finalidad reducir la ansiedad generada por la obsesión», explica la mentora y terapeuta personal y de parejas desde hace más de 20 años, Almudena Sos.
Dicho de forma sencilla: «La obsesión es más mental, pensar constantemente en algo o alguien; la compulsión es hacer algo continuamente y de forma repetitiva».
PREGUNTA.- ¿Cómo nos afectan las obsesiones y las compulsiones?
RESPUESTA.- A la propia persona, hasta que no aprende a manejar sus obsesiones y compulsiones, le genera sensación de frustración, culpabilidad, miedo, inseguridad, mal humor… Es como si algo manejara tu vida y tú perdieras el control absoluto sobre ello. Además, esta circunstancia suele provocar la ausencia emocional de la persona con obsesiones y compulsiones, con consecuencias en otras personas que suelen acuciar esa falta.
El problema de quien padece TOC es que esos comportamientos, pensamientos o actos ocurren inconscientemente, desde una profunda desconexión con uno mismo, y van por libre. Así que en un principio no tendríamos control sobre ellos. Además, cada vez van cobrando más protagonismo y llegan a dirigir tu vida. En tu mente puedes montarte una auténtica pesadilla y no poder parar tu cabeza.
P.- ¿Cuáles son las causas?
R.- La obsesión y la compulsión son mecanismos de escape de uno mismo. Uno escapa de sí mismo cuando no está bien dentro de su propia piel.
La obsesión es más común de lo que imaginamos y, en mayor o menor grado, una gran mayoría de personas la padecen. Para mí no es la causa sino ‘consecuencia de’. Desde esta visión, es muy importante no tratar esta dolencia como estigma o demonizarla porque, insisto, es una solución de supervivencia a un problema mayor, una gran desconexión con uno mismo que casi todos podemos tener.
Estoy en contra de las etiquetas porque en numerosas ocasiones, la persona las usa para ampararse en el problema y no avanzar en la solución. “He visto a cientos de personas con un montón de problemas emocionales y mentales, tildados con todo tipo de etiquetas, que llevan vidas no voy a decir absolutamente normales, porque para mí están por encima de la media, pero sí muy plenas.
La verdadera causa, es una profunda desconexión con uno mismo, estar mal dentro de ti y, como consecuencia necesitas hacer cosas, con tu mente y tu cuerpo para sentir que estás en casa, pero es una casa ficticia, no real. No es la verdadera casa a la que debes aspirar, la que te va a producir paz. Me explico más en detalle: si golpeo mi pierna con mi mano, la primera vez, no significa nada, pero a fuerza de hacerlo de forma repetida, cada vez que se hace me trae sensación de familiaridad: casa/hogar.
P.- ¿Cómo se trata una obsesión/compulsión?
R.- Es muy importante pedir ayuda profesional para que te ayude a indagar en la auténtica causa. Considero muy importante que ese profesional también haya pasado por lo mismo y lo haya superado, ya que si no únicamente habla desde la teoría.
Primero de todo, es muy importante no estigmatizar, obsesionarte es un recurso que tenemos para entretenernos con algo para lo cual estamos paralizados y no plantarle cara a lo que nos preocupa en cuestión.
Pongo un ejemplo: una chica con la que estoy trabajando actualmente, tiene que poner en orden su vida, estructurarla completamente, ya que viene de dejar una adicción que le ayudaba ‘a hacer todo’. Cuando se enfrenta a una dificultad que no sabe cómo afrontar, suele obsesionarse con algo, ya que mientras está con su obsesión está entretenida en ese algo. Se obsesionaba con personas, cosas, ideas… Y mientras estaba ‘obsesiva’, no hacía lo que debía hacer ya que estaba paralizada.
La obsesión, pues, es una solución de supervivencia y a medida que pones en orden tu vida y adquieres recursos para afrontar las distintas situaciones que te trae la vida, la obsesión y compulsión van aminorando.
Hay que reconocer que cuesta al principio porque para la persona que padece TOC, hacer o pensar eso repetitivamente (obsesión) o acto (compulsión), es como volver a casa, a lo conocido, y aporta bienestar momentáneo. Así que, en mi experiencia, hay que hacer muchos actos conscientes para no volver involuntariamente a repetir esos pensamientos y actos de forma compulsiva.
Normalmente, detrás de todo esto, hay un enorme vacío y una falta de contacto con uno mismo. Por eso, cuando me preguntan cuál es mi trabajo con las personas, les respondo que es crear casa dentro de uno mismo, crear hogar. Porque cuando estás bien contigo mismo, no necesitas mecanismos de escape, que para mí serían las obsesiones y compulsiones.
P.- ¿Qué podemos hacer para superar las obsesiones / compulsiones?
R.- Por una parte, es posible conseguir, sin uso de fármacos, que la obsesión y compulsión disminuya en un 90-95 % su efecto dañino porque se puede aprender a que juegue a tu favor, con lo que deja de ser algo nocivo. La solución pasa por tener una vida equilibrada, un poquito de muchas cosas en lugar de mucho de una sola cosa, en cuanto a comportamiento.
Con posterioridad, es imprescindible trabajar a un nivel más profundo para ver la raíz que causa esa obsesión y compulsión. Por último, las personas obsesivas, si consiguen darle la vuelta y enfocar esa obsesión en algo que les ayude, pueden conseguir grandes resultados y ser muy buenos en todo lo que hacen, precisamente gracias a ser tan obsesivos.
Sin embargo, para que eso ocurra,es imprescindible que nos conozcamos a nosotros mismos y aprendamos a aceptarnos y estar con uno mismo. La mayoría de personas con trastornos obsesivos compulsivos que he tratado, han llegado a conseguir grandes logros profesionales y personales.
Actualmente, tengo como paciente a un empresario que vive en Londres, que había sido tremendamente obsesivo y compulsivo. Ahora ha logrado que la mayoría de sus obsesiones y compulsiones se reduzcan en un 80 %. Se está enfocando en su carrera profesional y en sus relaciones personales, áreas en las que está consiguiendo grandes progresos. Tiene un puesto de trabajo bastante alto en su ramo. Su mente ha dejado de estar en guerra al tiempo que está disfrutando cada vez más de paz y armonía en sus relaciones y en su vida.
Anteriormente, traté a una mujer que estaba obsesionada con su pareja. Esa obsesión le impedía estar bien con ella, en su propia relación y en, prácticamente, todas las facetas de su vida. Tras haber trabajado en lo que le producía esa obsesión, ahora se siente libre y dueña de su vida y de sus actos.
P.- ¿Qué tipo de sensaciones tiene una persona con obsesión/compulsión?
R.- Sensaciones ‘pesadas’. El otro día, me contactó un chico joven y me expresaba que pensaba en sexo de forma obsesiva y sus pensamientos le hacían daño, no podía detenerlos. Le era imposible concentrarse en nada, ni en sus clases en el colegio, ni cuando leía un libro, y su cabeza le estaba haciendo mucho daño, “no podía con ella”, me decía.
Recuerdo de joven esa sensación de no poder dejar de pensar en una persona, situación o cosa, era una pesadilla y acababa pesándome la cabeza. En terapia comparto con las personas con las que trabajo como metáfora: Recuerdo la sensación de querer golpear mi cabeza contra la pared para detener mi mente.
Como terapeuta recibo más casos individuales que de parejas. Creo que a las personas con grandes obsesiones y compulsiones les resulta difícil estar en pareja. Me contactan personas que le dan vueltas continuamente a una idea, una persona, o una cosa que les incapacita para seguir con una vida normal, equilibrada y plena, y les impide muchas veces cumplir con sus obligaciones normales del día a día.
En realidad, puede tratarse simplemente de tener ciertas manías, dejar los zapatos de una determinada manera o abrir una llave un número de veces concreto. La mente es tan ingobernable que piensa que si no lo hace, ocurrirá algo malo. Al final, las personas acaban siendo presas de esos comportamientos que dirigen su vida.
En otras ocasiones, la obsesión y compulsión tiene efectos más nocivos y entra en escena sustancia o comportamientos adictivos al alcohol, comida, sexo, compra compulsiva, benzodiacepinas o personas.
¿Qué tips me podrían ayudar a vencer un TOC?
- Trabajar mucho en ti con la ayuda de un profesional cualificado que sepa llevarte a la verdadera causa.
- Aprender a estar bien contigo mismo. Para esto también te va a ayudar un profesional dándote recursos para hacer frente a situaciones para las cuales no tienes recursos. Normal porque nadie nace enseñado.
- Diversificarte: es muy importante. Las personas ‘intensas’ son demasiado para una sola persona o cosa. Imprescindible que llenes tu vida de muchas cosas, actividades o personas, con poca implicación que no mucho de una sola cosa.
- Una vida equilibrada. En horarios, personas… Tienes que tener una vida con trabajo, hobbies, salidas, amistades, familia. Varias cosas en pequeñas dosis.
- Espiritualidad: es imprescindible incorporar cierta dosis de espiritualidad, una visión que te dé ciertas respuestas. Ojo, no hablo de religión, que cada uno se acoja a la vertiente con la que se sienta más afín. Religión y espiritualidad no son lo mismo.
- Sobre todo, creer en ti, crear una relación sólida contigo misma, crear hogar dentro de ti.
- Usar las cosas a tu favor. Se pueden enfocar esas obsesiones en cosas positivas, cosas que ayudan, por ejemplo en mi trabajo, en ayudar a otros. Las personas obsesivas pueden conseguir grandes cosas bien enfocadas.
P.- ¿Se puede curar una obsesión definitivamente?
R.- Diría que sí se pueden aminorar muchísimo. Y bien enfocado, puedes conseguir gracias a tu carácter obsesivo y compulsivo grandes cosas, pero tienes que aprender a que jueguen a tu favor y no en contra. Eso lo consigues cuando aprendes a estar bien contigo mismo y a dirigir tu vida y tus actos y no que ellos te dirijan a ti.
P.- ¿Han aumentado estos trastornos después de la pandemia?
R.- Ante una dificultad que no sabemos afrontar, es frecuente usar la obsesión y la compulsión luego como solución de supervivencia. Con la pandemia y posibles situaciones catastrofistas, me he encontrado con personas obsesionadas con pensamientos muy negativos: no hay salida, no hay futuro… Muchas personas jóvenes y adultos también. He visto aumentar la obsesión por compra compulsiva, sexo, alcohol… Formas de huir de una realidad ante la cual la persona se siente indefensa y con pocas o nulas expectativas.
De cualquier forma creo en sacar lo mejor de las personas y darle la vuelta para que juegue a tu favor. Todos tenemos luces y sombras y un poco de todo. Al final, el propósito de nuestra vida es conocernos y aprender a estar con nosotros mismos.
Venimos a este mundo a hacer nuestros aprendizajes, cada uno los propios. Así que las personas obsesivas-compulsivas, en vez de castigarse por ello, podrían identificarlo como algo a través de lo cual poder profundizar en ellos mismos y hacer ese trabajo que hemos venido a hacer. No creo, por mi experiencia, que las obsesiones/compulsiones se puedan erradicar al 100 % pero ni falta que hace. Una persona obsesiva, bien encaminada, puede llegar muy lejos.