Los socialistas vascos dan el tercer grado al etarra Iragi condenado a 128 años de cárcel

Los socialistas de País Vasco han dado el tercer grado al etarra Harriet Iragi que cumple condena en Bilbao por 3 asesinatos. Ésta es la primera autorización del PSE para que un terrorista de ETA cumpla su pena en régimen de semilibertad desde que los socialistas han asumido la Consejería de Justicia y Derechos Humanos y, por tanto, la gestión de las prisiones vascas, tras formar el Gobierno de coalición con el PNV.

Harriet Iragi es el autor de los asesinatos de José Martín Carpena, concejal del PP de Málaga, Luis Portero, fiscal jefe de Andalucía, y Antonio Emilio Muñoz, coronel del Ejército del Aire. Fue condenado a 128 años de cárcel. Además, el juez instructor, Guillermo Ruiz Polanco, aseguró que el etarra lo había amenazado de muerte durante el juicio. «Si yo no fuera juez y usted no estuviera esposado, le daría dos hostias», le contestó el magistrado ante las amenazas, razón por la que le abrieron a él un expediente disciplinario.

El terrorista cometió los crímenes como parte del comando Andalucía de ETA, que en julio del año 2000 disparó seis veces a bocajarro al concejal del PP José Martín Carpena cuando éste viajaba en el coche oficial en compañía de su esposa y su hija.

Antonio Muñoz, médico y coronel del Ejército del Aire, no llevaba escolta, aunque era consciente de que estaba en el punto de mira de los terroristas. Iragi y Jon Igor Solana -también miembro del comando Andalucía- habían concertado una cita en su consulta para el 16 de octubre del 2000. Entraron en la sala a cara descubierta y mataron con dos tiros, uno de ellos en la cabeza, al otorrinolaringólogo.

A Luis Portero lo estaban esperando en la puerta de su casa de Granada. El fiscal jefe de Andalucía llegó a su domicilio y cruzó el portal. En el momento en el que se detuvo a llamar al ascensor, el etarra le pegó dos tiros por la espalda y huyó. Fue trasladado al hospital, pero finalmente no logró sobrevivir.

Además de su implicación en los asesinatos, como parte del comando Iragi también reunió información sobre objetivos de ETA en Valencia, planeó el secuestro de un empresario de Sevilla y se trasladó en varias ocasiones a Francia, donde Txapote le entregó armas y explosivos.

Iragi también delinquió dentro de la cárcel, en este caso en el penal de Córdoba, en el que ingresó en un principio y donde únicamente llevaba una semana: se negó a regresar a su celda cuando dos funcionarios se disponían a realizar el cacheo rutinario y se enfrentó a ellos. Los tres se enzarzaron en una pelea de la que los dos empleados públicos salieron heridos. Además, el terrorista rompió los intercomunicadores de los funcionarios para que no pudieran avisar a sus compañeros. Después de herirlos, Iragi los denunció por agresión.

Ahora, el tercer grado del etarra ha sido autorizado por la consejería de Justicia y Derechos Humanos, cartera cuya titular es la socialista María Jesús San José desde hace tres meses. El Gobierno de Pedro Sánchez traspasó las competencias de prisiones al País Vasco en 2019 y había sido el Ejecutivo del PNV el que había aprobado el régimen de semilibertad de los terroristas, una licencia que ahora recae en manos de la consejera socialista.