El postre con el que se celebra la Navidad en el País Vasco y que no falta en las mesas de todas las casas
Una crema que se sirve en muchas casas del País Vasco durante la Navidad
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Postres para Navidad: recetas fáciles y deliciosas para estas fiestas

Se acerca la Navidad por lo que son muchas las personas que seguro, buscarán recetas para la Nochebuena o para servir el 25 de diciembre. No se trata sólo de primeros y segundos, también de postres y aunque el turrón o los mantecados son dulces que no faltan en ninguna mesa, queremos hablaros ahora de la intxaursaltsa, una crema de nueces que es tal vez desconocida en gran parte de España, pero que es el postre por excelencia en la Navidad del País Vasco.
La intxaursaltsa, es de hecho, es postre que aparece año tras año en las sobremesas familiares, incluso en aquellas casas donde el resto del menú cambia según la época o las modas. Es un plato sencillo, casi humilde en apariencia, pero lleno de historia y de ese punto emocional que sólo tienen las recetas que han pasado de generación en generación. Lo curioso es que, a diferencia del turrón o los mazapanes, la intxaursaltsa no compite con nada. Es un postre de Navidad en el País Vasco que todos conocen, o que toman cada año y desde siempre, porque en las casas se prepara para las fiestas de fin de año hace más de siglo y medio y porque su sabor, denso y cálido, parece hecho para esos días en los que el frío se cuela por todas partes. Incluso quienes no son muy dulceros reconocen que un pequeño cuenco de esta crema tiene algo reconfortante, y que tomarlo es casi un ritual.
Y luego está todo lo que no se ve a simple vista y que tiene que ver con el modo en el que se elabora, con la nuez recién recogida, la leche calentándose con canela, el olor que invade la cocina mientras la mezcla se espesa lentamente. Hacer este postre es un proceso que obliga a dedicarle tiempo, y tal vez por eso sigue siendo un símbolo tan presente en casa de tantas familias vascas.
La intxaursaltsa, el postre de Navidad del País Vasco que ha sobrevivido 150 años
Este no es un postre moderno ni pretende serlo. La intxaursaltsa es, como explica el médico nutricionista Javier Aranceta y recoge El Correo, «el icono por excelencia del postre de la Navidad en el País Vasco». Su tradición se remonta a más de 150 años, cuando en los caseríos se elaboraba para celebrar el fin de año. La base siempre ha sido la misma: la nuez, que se recoge entre octubre y noviembre, justo antes de las fiestas. Ese detalle es importante, porque es el momento en que está más fresca y mejor sabor tiene.
Si la nuez, con los meses, se queda un poco blanda, no pasa nada. Un toque de horno devuelve la textura y el aroma, una costumbre muy habitual en las casas vascas. Lo que nunca cambia es su valor energético: la nuez es rica en omega 3, proteínas, vitamina E, minerales y antioxidantes. Es una pequeña «semilla de dioses», como sugieren sus raíces etimológicas latinas y griegas.
Una receta casera con ingredientes de siempre
La intxaursaltsa es de esos postres que nacen de lo que había en la despensa. Tradicionalmente se preparaba con leche de caserío, cocida lentamente con una ramita de canela. Hoy mucha gente añade un poco de nata, ralladura de limón o vainilla, pero la esencia sigue igual.
El proceso es lento:
- Se calienta la leche con canela.
- Se incorporan las nueces trituradas mezcladas con azúcar o miel.
- La mezcla se deja cocer alrededor de una hora, hasta que se transforma en una pasta espesa y dulce.
- Después, se deja enfriar en la nevera con film para que coja cuerpo.
Al servirla, algunos añaden un poco de nata o una hoja de menta. No necesita mucho más. Su sabor es profundo, cálido y completamente reconocible.
Eso sí, debemos tener claro que se trata de un plato contundente. Aranceta, que es nutricionista y conoce bien tanto sus virtudes como sus límites, lo resume de una manera muy clara: «Es deliciosa, muy de la tierra y no le veo inconveniente nutricional para consumirla una vez al año».
La clave está ahí. No es un postre de diario. Es una tradición que se disfruta sin prisas, sin exceso, sin remordimientos. Un pequeño lujo que aparece a final de diciembre como parte de una cultura gastronómica que sabe mantener vivas sus raíces.
En definitiva, la intxaursaltsa no busca competir con el turrón ni quiere ser alternativa a nada. Está en otra categoría: la de los postres que cuentan una historia. No es sólo lo buena que está esta crema, también tiene que ver con el territorio, las familias que repetían la misma receta cada año, y una tradición que en definitiva, sigue estando en las mesas del País Vasco cada Navidad. De este modo, por sabor y tradición es el postre que nunca falta y que puedes probar a elaborar este año para servir a tus invitados. Seguro que muchos desearán repetir.