Nombres de niño

Ni Jon ni Aitor: estos son los nombres de niño más usados en el País Vasco

nombres País Vasco
Blanca Espada

Durante años, Jon y Aitor han sido casi un sello de identidad en el País Vasco. Nombres tradicionales, que además podíamos interpretar como una forma de entender la cultura vasca y que pasaba también por el lenguaje. Pero los tiempos cambian, y con ellos, las preferencias de las familias que hoy ponen nombre a sus hijos. Y según se revela en el último informe del Instituto Vasco de Estadística (Eustat) se ha producido un cambio discreto, aunque significativo, en el mapa de los nombres más populares en Euskadi entre 2022 y 2024.

Los datos muestran que la mayoría de las familias siguen eligiendo nombres de origen en el País vasco, cortos, con fuerza y significado. Sin embargo, comienzan a abrirse paso hacia opciones más internacionales que reflejan una Euskadi diversa y moderna. Los clásicos no desaparecen, pero ya no ocupan los primeros puestos con la misma contundencia que hace una o dos décadas. Así, los nombres que hoy se eligen en el País Vasco pintan un retrato interesante de las nuevas generaciones: una mezcla entre herencia cultural e influencia global. Ni Jon ni Aitor lideran ya las listas. En su lugar, aparecen otros nombres que marcan tendencia y que, poco a poco, están redefiniendo el panorama onomástico vasco.

Los nombres de niño más usados en País Vasco

El estudio del Eustat deja claro que los nombres vascos siguen siendo los favoritos para los recién nacidos del País Vasco, aunque con un matiz: las familias actuales parecen buscar sonidos más suaves y opciones menos repetidas. Según el informe, los tres nombres más elegidos en el periodo 2022-2024 se han mantenido estables en la cima del ranking, combinando tradición e identidad local.

Estos son Markel, Ander y Julen, nombres que se han consolidado en la última década y que hoy simbolizan esa continuidad cultural con un toque moderno. Les siguen Aimar, que continúa entre los más usados, y Luka, una incorporación reciente que refleja una tendencia más abierta a nombres de carácter internacional.

Y luego la sorpresa llega con nombres como Hugo, Izan, Paul o Liam, que por primera vez se cuelan entre los 25 primeros. En cambio, otros nombres muy arraigados como Iker, Ekhi, Adei o Hodei pierden posiciones, de modo que se confirma que el cambio o la tendencia es más que evidente.

Las niñas mantienen la tradición, pero con matices

Aunque nos hemos centrado en los nombres masculinos, el caso de las niñas es igual de revelador. Desde 1998, Ane continúa siendo el nombre más elegido en el País Vasco. Le siguen otras opciones como Malen, Nora, Nahia, Maddi o Irati, que reflejan la preferencia por nombres cortos, suaves y de origen vasco.

La novedad la marca Maren, que entra por primera vez en el listado principal, desplazando a Naia, nombre que durante años había formado parte del grupo de los más repetidos. En conjunto, los datos confirman que las familias vascas siguen apostando por nombres con identidad y significado, pero que también buscan frescura y sencillez.

Influencia de las familias extranjeras en los nombres elegidos

El informe de Eustat también se fija en un dato que es interesante: uno de cada cuatro nacimientos en el País Vasco corresponde a madres extranjeras. Y muchas de ellas optan por nombres vascos para sus hijas o hijos, como muestra de integración y de conexión con la cultura local.

Sin embargo, en el caso de los niños, los nombres más frecuentes entre madres de origen extranjero son Adam, Mohamed, Mateo, Rayan y Liam, sin apenas presencia de nombres vascos en los primeros puestos. Aun así, Ander vuelve a destacar por su presencia en ambos grupos, consolidándose como un punto de encuentro entre culturas.

El cambio de nombres también habla de una transformación social. Las generaciones que hoy son madres y padres crecieron rodeadas de nombres como María, Leire, Nerea o Amaia en el caso de las mujeres, y Mikel, Jon, Aitor o Iker entre los hombres. Tres décadas después, los nuevos nombres marcan un relevo natural que conserva las raíces, pero introduce matices de modernidad.

El Eustat resume esta tendencia en una idea clara: el País Vasco sigue siendo un territorio donde el nombre es identidad, pero esa identidad se adapta. Los niños y niñas nacidos hoy crecen en una sociedad abierta, plurilingüe y en constante cambio. Por eso, sus nombres ya no solo evocan tradición, sino también una forma de mirar al futuro.

Una nueva generación con nombre propio

Los más de 40.000 nacimientos analizados entre 2022 y 2024 reflejan un retrato fiel del País Vasco actual: diversa, moderna y orgullosa de sus raíces. Los nombres de los niños y niñas que hoy llenan las aulas de las ikastolas son la mejor muestra de cómo conviven la historia y la renovación.

En definitiva, ni Jon ni Aitor han desaparecido, siguen presentes, aunque en posiciones más discretas, pero el liderazgo ha pasado a otros nombres que representan el equilibrio entre lo vasco y lo universal. Una nueva generación crece en Euskadi con nombres que, sin perder su esencia, abren espacio a nuevas formas de identidad.

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