Un zombi muy peligroso
Según Waldinger, brillante psiquiatra de Harvard: «El cerebro da más valor a lo positivo, que a lo negativo». Siendo Sánchez un psicópata de manual, su cerebro da más importancia a lo dañino, lo cual le convierte en un zombi muy peligroso. Sin haber asumido la paliza del 28M, vislumbra el tsunami que se le viene encima el 23J. Ya no rige, sabe que está fuera de sus cabales y de La Moncloa. «Se enfrasca tanto en su derrota que se le pasan las noches de claro en claro, y los días de turbio en turbio, y así, del poco dormir y del mucho llorar, se le encharca el cerebro, de manera que vino a perder el juicio», en versión libérrima de don Miguel de Cervantes cuando relataba cómo Alonso Quijano se volvía loco.
La pútrida ideología que el zumbado pretendió meterle en vena a todos los españoles de bien, apenas logró anestesiar su alegría, pero no matarla. Aunque la intención era amargarnos la vida, y vaya si lo logró… durante tan macabra interminable legislatura en la que desplegó toneladas de defectos, desde su propensión enfermiza a mentir, hasta su carácter calculador/cínico, robando la energía al que se topara, con tal de seguir vivo y lograr jodernos la existencia. Ver un zombi en Falcon aterrizando en un asilo de majaras, quizá nos permitiría recuperar la alegría perdida, tras reventarnos con impuestos delirantes, para comprar a los golpistas y etarras que le sostienen en el poder, mientras nos insultan y nos arruinan. Con Vox no se puede pactar, porque son constitucionalistas, pero con esas tribus asilvestradas que nos vacían las arcas y queman fotos del Rey, sí.
¡Qué mal te lo has montao, farsante! Ya falta menos, en cinco semanas recibirás regalos de Feijóo en forma de auditorías. Graciano Palomo lo explica mejor que yo: «Una de las primeras promesas que hizo Alberto Núñez Feijóo cuando fue cooptado como comandante en jefe del Partido Popular fue que, si llegaba al poder, encargaría una auditoría general sobre los cinco años de dominio y exageración sanchista. Si continua en ese empeño habrá aprendido algo acerca de lo que nunca iniciaron Aznar ni Rajoy con las herencias recibidas de González y Zapatero. Fue un error, un inmenso error». Se me ocurre añadir dos cosas. Primera: La Legión debería sacar a paso ligero lo que quede de Sánchez en Moncloa. Segunda: el show podría ser retransmitido en riguroso directo por TVE con asistencia de público.