Van a por el Rey

Van a por el Rey

“Los que le quieren echar saben perfectamente cómo hacerlo; los que no le quieren echar no se creen que le quieran echar”. Este curioso trabalenguas pertenece a un personaje, altísimo y antiguo influencer  en otro tiempo en La Zarzuela, que continúa: “Hay un plan, no sé si escrito o no, que eso da lo mismo, para poco a poco aplicarle el goteo del asesinato institucional”. En definitiva, lo que advierte y denuncia este interlocutor es esto: se pretende terminar con quien significa el gran sostén de la España de la Constitución del 78.

Y lo tienen fácil, tirado; nadie le defiende. Estos días en Cataluña hemos comprobado cómo el máximo representante del Estado en la región, Torra, ningunea a Felipe VI, le vitupera, hace chanzas sobre él, y le exige como un a maestro ciruela de pacotilla que pida perdón a los catalanes. Él y los sediciosos que le acompañan en este golpe de Estado permanente, se arrogan la representación única de los siete millones y medio de habitantes que tiene el Principado. Al lado de Torra, el faccioso, Pedro Sánchez enrocado en el alboroto de su Presidencia inopinada, no ha movido un dedo, no ha articulado ni una sola palabra de apoyo a la Corona.

El plan es el contubernio entre este PSOE apoyado en la muleta de separatistas, soviéticos barreneros y filoterroristas. Primero fue tomar el cielo con el mayor voto de los podemitas que sólo aguardan el mejor momento para derribar al Monarca. Ahora se trata de demoler la Constitución —ya lo avisa la separatista Batet—. Todo entre la indiferencia de quiénes advertidos de la jugada letal, niegan estúpidamente: “¡Bah!, eso no nos va a pasar a nosotros”.

Pues sí; les va a pasar, nos va a pasar. Continúo con el exordio del personaje citado: “Una vez España se acostó monárquica y se levantó republicana; en esta ocasión los dinamiteros se lo han tomado con tiempo; dos por el precio de uno, la Constitución al garete y el Rey al exilio cinco minutos después”. Van a por el Rey, ni siquiera lo niegan y el Rey no tiene quien le defienda. Casi por la transcripción.

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