La semana negra de Pedro Sánchez
Aunque las noticias que envuelven la actividad política de Pedro Sánchez se producen a tal velocidad que apenas si nos da tiempo a procesarlas, es innegable que el pinturero presidente del Gobierno de España ha tenido una semana negra. Ya sea por la chapuza, ya sea por el escándalo, la semana no ha dado tregua a los socialistas ni a su molt honorable señor.
La semana comenzó con la visita de las dos delegaciones del Parlamento Europeo que llegaron a España con el propósito de verificar el destino de los fondos que nos entregan los contribuyentes del resto de países de la UE y de evaluar las consecuencias de las políticas llamadas de igualdad.
La primera de las comisiones venía Presidida por quien ostenta este cargo en la Comisión de Control Presupuestario del Parlamento Europeo, la diputada alemana Monika Hohlmeier. La presidenta de esa importantísima Comisión del PE (que controla al ejecutivo comunitario y tiene capacidad para rechazar el uso que la Comisión Europea ha hecho de los fondos del Presupuesto aprobado por la Cámara ) se interesó ante la Vicepresidenta Calviño por la perversión que supone que se rebajen las penas del delito de malversación de caudales públicos.
Su pregunta no obtuvo respuesta satisfactoria, aunque la vicepresidenta primera del Gobierno de Sánchez no se atrevió a soltarle el mantra que repiten impunemente en España, eso es, que lo han hecho “para homologarse con Europa”. Con lo que la Sra. Hohlmeier, antes de regresar a su país, declaró públicamente: «Me preocupa que los contribuyentes europeos den fondos sin precedentes a España mientras rebaja el delito de malversación».
La Sra. Hohlmeier también advirtió contra la falta de transparencia que había advertido en las instituciones españolas: «nos vamos sin saber dónde están los fondos europeos….». Y anunció que recomendaría «encarecidamente al gobierno que desarrolle la interoperatibilidad con otros sistemas a nivel europeo y regional y que sea más transparente sobre procedimientos, proyectos y donde se invierte y los destinos finales». Y también avisó que pedirá a Bruselas que investigue el anuncio del destino de fondos para una empresa en concreto que hizo Pedro Sánchez antes de que finalizara una licitación: «Es inaceptable».
O sea que la delegación de la Comisión de Control Presupuestario se ha percatado de que el comportamiento del Gobierno de España, al menos en los aspectos de su negociado, no casa con los estándares democráticos europeos.
La otra Comisión, encargada de evaluar las consecuencias de las políticas promovidas por el Ministerio de Igualdad y aprobadas por el Gobierno y sus socios parlamentarios, pudo constatar, tras escuchar al Consejo General del Poder Judicial, que la ley llamada del si es supondrá ventajas penales para más de cuatro mil delincuentes sexuales y dejará desprotegidas y desamparadas a todas sus víctimas. Y también comprobó que la ministra del ramo está muy orgullosa de esa chapuza legislativa.
Culmen fue el momento en el que la Comisión parlamentaria europea hubo de recordarle a la Ministra que los jueces se limitan a aplicar las leyes que aprueban los políticos y que, por tanto, los responsables de que haya violadores y pederastas en las calles y de que haya víctimas que ya han tenido que irse de sus domicilios por miedo es el Gobierno y los legisladores que aprobaron esa ley.
Como la cosa estaba bastante negra en territorio nacional, el pinturero presidente se fue a rodar spots propagandísticos a Ucrania. En las siete horas que permaneció en territorio invadido por Rusia (el país al que cada vez compra más gas el Gobierno que él preside) producciones Moncloa rodó y emitió siete videos de su excelencia, uno más que el número de tanques Leopard que ha prometido enviar. Y en territorio extranjero, sin miedo a que le abucheen as usual cuando se atreve a poner un pie en cualquier lugar de España no vallado por su guardia de corps del PSOE, mintió cual bellaco al afirmar que «todos estamos con Ucrania».
Él sabía que ninguno de los diputados ucranianos que le escuchó podía darle la replica para recordarle que todos los españoles estamos con el pueblo ucraniano, todos menos la mitad de su gobierno y los grupos parlamentarios que le apoyan; ninguno de ellos podía decirle a la cara que les constaba que todos los españoles están con Ucrania todos menos él, que ha ido a sacarse la foto con los héroes mientras financia con el dinero de los españoles a Putin, al dictador que está masacrando a sus ciudadanos ucranianos.
Y para rematar la semana negra ha salido a la luz la trama de corrupción que señala al PSOE y a ministros y diputados socialistas y que tiene el epicentro en Canarias. Veremos cómo se desarrolla este capítulo al que la prensa concertada de Sánchez apenas está dando cobertura. Aunque me temo que vamos a ver escenas tan chungas como las que adornaron el escándalo de los ERE´s de Andalucía. De momento el principal imputado, que era diputado del PSOE hasta hace una semana cuando fue detenido, ha sido puesto en libertad tras prestar declaración dado que la fiscalía, única acusación, no ha pedido prisión. «¿De quién depende la fiscalía, eh…? Pues eso». Y el mediador está charlando hasta por los codos, señalando a siniestra a los beneficiados y protagonistas de la trama. Veremos hasta dónde llega la porquería.
En fin, que esta semana negra de Pedro Sánchez no la arregla ni Producciones Moncloa.