Sánchez también engaña a la OTAN
Sánchez se comprometió ante la OTAN a duplicar el gasto militar para situarlo en el 2% del PIB, pero la Alianza Atlántica no confía en absoluto en la palabra del presidente del Gobierno, más aún cuando sus socios de Podemos no quieren bajo ningún concepto que ese incremento se produzca vía Presupuestos Generales del Estado. La desconfianza de la OTAN está más que justificada y la prueba es que Pedro Sánchez ha votado en contra de que ese incremento en gastos de Defensa se materialice en las cuentas generales del Estado. Se hará, si se hace, por vías alternativas y de forma alambicada, pero está claro que el jefe del Ejecutivo, el que durante la cumbre de la OTAN salía en todas las fotos levitando, se ha plegado a las exigencias de Podemos.
El mensaje que manda Sánchez a los socios de España en la Alianza Atlántica es penoso y ahonda en la idea de que el presidente utilizó la cumbre de la OTAN en beneficio personal, como un mero acto de propaganda, porque a la hora de la verdad se ha rendido ante el populismo antimilitarista de la formación morada, los golpistas de ERC y los proetarras de Bildu. Y lo peor es el complejo que arrastra: se niega a que el incremento en Defensa se haga, como sería natural, vía Presupuestos, porque entiende que de hacerlo su electorado no lo vería con buenos ojos. Por eso buscará, con el permiso de Podemos, otras fórmulas de financiación que no son más que la constatación de que estamos ante un auténtico trilero. Quién te ha visto en la Cumbre de la OTAN, sacando pecho, y quién te ve, Pedro Sánchez.
En la OTAN estaban en lo cierto: a este tipo se le llena la boca de promesas y, a la hora de la verdad, si te he visto no me acuerdo.