Sánchez quiere darle a la UE gato por liebre

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La Comisión Europea dio al Gobierno de Sánchez un plazo de 18 meses para impulsar un plan para prevenir y combatir la corrupción y Sánchez, acosado por los escándalos de corrupción que rodean a su entorno más próximo, ha pretendido darle a Bruselas gato por liebre. O sea, que confirmado que ha incumplido los plazos marcados por la Unión Europea se ha inventando un Plan de Acción por la Democracia -una ley mordaza para los medios de comunicación- para ver si la trampa cuela.

La Comisión Europea constató el pasado mes de julio, en el dosier sobre España incluido en su informe sobre el Estado de Derecho de la Unión, que el Gobierno de Pedro Sánchez no estaba haciendo los deberes ni cumpliendo los plazos prometidos y exigidos.

«El Gobierno está obligado por ley a aprobar, para septiembre de 2024, una estrategia global destinada a prevenir y combatir la corrupción, si bien la actividad correspondiente aún no se ha puesto en marcha», señalaba la Comisión. Pues bien, con el tiempo vencido Pedro Sánchez se ha sacado de la chistera el polémico plan de «regeneración democrática» presentado hace días y pretende hacerlo pasar por un plan contra la corrupción, cuando se da la paradoja de que su ofensiva contra los medios busca, precisamente, desviar la atención de los casos de corrupción que afectan directamente a su familia, con su esposa y hermano imputados.

Y es que el polémico plan de «regeneración democrática» presentado este mes de septiembre por Moncloa es una suerte de cajón de sastre que tiene como objetivo establecer un mayor control gubernamental de la prensa, una iniciativa surgida según iban avanzando las revelaciones mediáticas sobre los negocios de la mujer del presidente o las irregularidades manifiestas en la contratación de su hermano como alto directivo de la Diputación de Badajoz. En definitiva, que acosado por la sombra de la corrupción Pedro Sánchez pretende ahora engañar descaradamente a la UE.

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