El Rey Juan Carlos exhibe otra vez su afición taurina
Frente a la corriente antitaurina que crece cada día en España y que divide de forma radical a los partidarios y detractores de la llamada Fiesta Nacional, don Juan Carlos se va la tarde de este viernes a los toros. El monarca anterior es el invitado de honor en la Corrida de la Prensa, que organiza la Asociación de la Prensa de Madrid desde el año 1900, para ver desde la barrera de la Plaza de las Ventas a los tres matadores que realizarán este año su faena de lidia en el coso madrileño: Sebastián Castella, Alejandro Talavante y Javier Jiménez.
Don Juan Carlos ha cumplido fielmente con la tradición vigente desde 1970 de presenciar junto al presidente de la APM —en este caso la periodista Victoria Prego— el festejo taurino que proporciona unos ingresos a la organización de los informadores que trabajan en la capital de España. En alguna ocasión, ha sido la infanta Elena la que ha representado a la Familia Real en la corrida de la Prensa y tan solo en 2008, los príncipes Felipe y Letizia fueron a Ventas a ver los toros desde la barrera.
No es aleatoria la presencia de unos u otros miembros de La Corona en los toros sino que responde a la posición que cada uno de ellos mantiene ante la Fiesta Nacional. El Rey emérito es un apasionado de la lidia y cada vez que puede se escapa a ver una corrida, sobre todo cuando el cartel es de los que prometen faena de calidad por parte de los toreros. Don Juan Carlos mantiene también buena amistad con muchos de los ganaderos de reses bravas que le invitan a sus fincas para asistir a tentaderos. Su afición es evidente y no la esconde en tiempos en que algunos detractores de las corridas manifiestan su oposición de forma violenta. La infanta Elena sigue los pasos de su padre y es otra de las asiduas de las plazas de toros y seguidora entusiasta de la fiesta taurina.
En el lado de los que rechazan las corridas está, en primer lugar, la Reina Sofía. A pesar de que hay fotos de ella en las Ventas durante sus primeros años de casada, con mantilla blanca y en el Palco de Honor, es un hecho que la madre del actual monarca no soporta la violencia que conlleva la lidia y le horroriza lo que ella ve como un espectáculo sangriento en el que el toro sufre durante la lidia. Junto a ella está su hija la infanta Cristina, que tampoco va a los toros. Y, ¿qué pasa con el actual Rey y su consorte? Pues que no sienten entusiasmo alguno por la Fiesta Nacional pero de vez en cuando van para cumplir con los integrantes de un sector que da muchos puestos de trabajo en España. Pero no se puede decir que don Felipe o doña Letizia sean precisamente unos aficionados taurinos que se dejen ver con frecuencia en las plazas de toros de España.