De responsables y capaces

De responsables y capaces

Primero, los números incontestables. Habitantes de España: 47 millones. Población total mundial: 7.700 millones. Es decir, España representa poco más del 0,6% del total. Personas fallecidas (porque son personas con nombre y apellidos, no muertos anónimos) a causa del corona virus en España según los datos de hoy, Domingo 12 de Abril: 16.353. Total de personas fallecidas en el mundo, a la misma fecha: 109.011. Es decir, que España, con un 0,6% de la población mundial, pone encima de la mesa (perdón por la crudeza de la expresión, pero es que el dramatismo es real) más del 15% de todas las personas fallecidas por el virus en la Tierra.

Segundo dato: entre los 195 países del mundo, por tanto incluidas todas las naciones lastimosamente pertenecientes al denominado Tercer Mundo a las que se les supone una carencia extrema de medios y recursos, España el el país con más muertes por cada 100.000 habitantes. No hacen falta más comentarios.

Son datos objetivos, contundentes y concluyentes. Algo se ha tenido que hacer mal, muy mal, rematadamente mal para que la española sea la población más castigada por la epidemia. Para que nadie me acuse de tendencioso, empezaré diciendo que todos podemos ser responsables. El padre de familia, de haber tomado las medidas oportunas, en virtud de sus medios, para proteger a los suyos. El pequeño empresario, de poner en práctica las acciones imprescindibles para la protección de su equipo y los directivos de las grandes compañías, sin caer en el paternalismo, de desplegar los procesos indicados para proteger a sus plantillas y asegurar la continuidad de las empresas.

Cuanto más arriba nos desplacemos en la pirámide de la organización social, las personas que estén al frente, sean padres, pequeños empresarios, grandes capitanes de empresa… o Gobierno, son responsables de la integridad de más personas para lo que también disponen de más medios. Es decir, todos podemos ser responsables, pero no todos lo somos en la misma medida.

Y la sociedad española, ese conjunto de personas, profesionales  y familias, ha dado -y continúa dando a diario-  muestras inequívocas de responsabilidad, generosidad y hasta abnegación. Algo parecido se puede decir del mundo empresarial, aceptando medidas que van a suponer un tremendo coste para sus compañías y una carga enorme para su recuperación. Todos, personas, familias, profesionales, PYMES y grandes empresas y en la medida de nuestros medios, hemos rendido sobradas cuentas de capacidad y responsabilidad. ¿Y el Gobierno?

Aún no he leído que ninguno de sus integrantes haya hecho la menor declaración reconociendo ni un ápice de responsabilidad, a pesar de disponer de medios ingentes, más que nadie en el país, para haber evitado que España “lleve puestos encima de la mesa”  (perdón de nuevo) más del 15% de las personas fallecidas en el mundo a causa del virus.

Todos seremos responsables, pero un Gobierno de incapaces lo es en mucha más proporción que el resto.

No se trata de si el Gobierno es de izquierdas o socialcomunista (China está regida por el Partido Comunista y han tenido dos fallecidos por cada 100.000 habitantes, mientras que España 350) sino de que es un Gobierno de irresponsables e incapaces que no sólo no supieron tomar las medidas oportunas para reducir el impacto, sino que tomaron las indicadas para provocar su propagación, están haciendo una gestión penosa de la situación con la consecuencia de miles y miles de personas fallecidas y serán igualmente incapaces de encabezar con decisión, objetividad, inteligencia  y responsabilidad la salida de la crisis que ellos mismos han agravado.

Ahora no importa si los gobiernos a la cabeza de los países son de un color o de otro. La única división relevante es si se trata de gobiernos capaces o incapaces y nuestro país, por desgracia, además de liderar el ranking de personas fallecidas por habitante, me temo que también compite por liderar el de los gobiernos del segundo tipo.

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