Una recolecta para enjuiciar a Tezanos

Urge movilización ciudadana ante uno de los mayores escándalos registrados en décadas en la Administración General del Estado. La época negra de la financiación de partidos, la de los Gürteles y Filesas, ha dado paso ahora a otra forma de corrupción, la de manejar el dinero público sin miramiento y sin ningún respeto a su función social para beneficiar descaradamente a un determinado partido político. Esto es lo que está ocurriendo con el CIS que dirige el socialista José Félix Tezanos, el sociólogo de cabecera de Pedro Sánchez. Nunca antes esta institución había caído tan bajo en su prestigio. Porque, más allá de depender del Ministerio de Presidencia de turno, y de ser objeto del pim pam pum de los políticos con la interpretación de la clásica “cocina” –la demoscopia no es una ciencia exacta, pero tampoco vale todo–, siempre ha sido considerada una fuente fiable de cara a una cita con las urnas.

Sin embargo, con la llegada de Tezanos, militante del PSOE hasta la médula, la imparcialidad y objetividad que se le presuponía al CIS han desaparecido por completo, de un plumazo. Su último CIS, dejando al PP a 15 puntos del PSOE y en la cuarta posición por detrás de Ciudadanos y Unidos Pudimos evidencia la manera más rastrera de tirar el dinero de los contribuyentes a la basura. Esta falsa ventaja no hay sociólogo en el mundo que la avale –basta con acudir a la valoración de cualquier analista–. Sólo tiene el rostro de hacerlo un sectario como este demagogo de los barómetros.

Por ello, porque maneja un presupuesto de 8 millones de euros –11,4 en el proyecto de PGE de 2019, la mayor dotación de su historia–, porque cobra un sueldo que rondaría los 90.000 euros –no se conoce la cifra exacta todavía– mientras echa por la borda el buen hacer de un centenar de funcionarios; porque ha pasado a realizar mensualmente los sondeos de intención de voto que desde hace veinte años eran trimestrales, con el siguiente aumento del gasto; porque aterrizó en la presidencia del CIS siendo secretario de Estudios y Programas del PSOE; y porque ya basta de utilizar las instituciones para insultar a la ciudadanía, Tezanos debe ser llevado a los tribunales más pronto que tarde como presunto autor de un delito de prevaricación y malversación de caudales públicos.

Después de haber sido reprobado por el Congreso y después de que la oposición haya pedido su cese reiteradas veces, sólo queda ya una salida: la Justicia. A fin de velar por la higiene de nuestro sistema democrático, hay razones de peso para que un partido político o una organización de la sociedad civil presente una denuncia contra Tezanos. Si hace falta organizar una recolecta o crowdfunding para costear esta acción, que se cree cuanto antes. Aquí ya tienen un donante.