Rajoy arrastra a España y al PP al apocalipsis
La historia juzgará a Mariano Rajoy por su obstinación a la hora de negarse a dimitir. Incluso Pedro Sánchez le exhortó a ello: «Por el país, dimita». El aún presidente del Gobierno podría haber desactivado la moción de censura del socialista con su renuncia. Sin embargo, se ha agarrado a su cargo hasta última hora y ha entregado el país en las manos de separatistas, comunistas, anarquistas, populistas y los herederos de ETA personificados en Bildu. Un Frente Popular de nuevo cuño que llevará al país hacia un apocalipsis seguro mediante un Ejecutivo inviable. Igualmente, su partido ha sufrido un desgaste tan extremo y evitable que ha acabado destrozado. El PP padecerá las consecuencias de la pasividad de Rajoy tanto a nivel de reputación como de número de votos en los próximos comicios.
El mandatario ha tenido la oportunidad de dimitir y dejar un Gobierno en funciones con su partido al frente hasta que Felipe VI comenzara una ronda de consultas para la investidura de un candidato. Sin embargo, ha preferido que la moción se concrete sin dar posibilidad a algún tipo de negociación en ese tiempo de interinidad. Algo que ha entregado el Ejecutivo del modo más sencillo al Gobierno Frankenstein que encabezará Pedro Sánchez. Una amalgama de siglas a cada cual más radical que marcará el compás del PSOE con veleidades de todo tipo debido a los 85 diputados con los que cuentan los socialistas en el Congreso. Una cantidad pírrica que llevará a la nación a unas elecciones anticipadas o a la destrucción de su estabilidad económica.
La Bolsa se ha situado en números rojos después de saberse que el PNV votaría a favor de la moción. Ha sido la crónica de una muerte anunciada, ya que en los últimos días las pérdidas se contaban por miles de millones de euros. Nadie puede negar que Mariano Rajoy ha sido un buen presidente y su gestión económica, sobresaliente. Sin su trabajo y el de sus ministros —mención especial para Luis de Guindos y Fátima Báñez— España no habría crecido a más del 3% durante tres años consecutivos. Sin embargo, y a pesar de la exitosa reforma laboral o de haber soslayado el rescate financiero en 2012, Rajoy se va por la puerta de atrás y deja el país en una situación insostenible.