Que marque la ‘X’ Puigdemont
El papel connivente de la Iglesia Católica con los independentistas catalanes acabará consiguiendo que nadie les destine sus impuestos en la declaración de la renta. Quizá Puigdemont y sus acólitos, ya que el apoyo que les han dispensado desde el golpe de Estado ha sido casi incondicional. La librería Claret de Barcelona, sin ir más lejos, funciona como plataforma de exhibición de la propaganda independentista en pleno centro de la capital de Cataluña. Entre sus libros hay obras como ‘Cien motivos para ser independentista’, ‘Héroes indepes’ o ‘Ser independentistas no es un pecado’. Todo un catálogo de los que han tratado de romper la estabilidad política, económica y social en España.
Parece mentira que una institución con tanto peso en el Estado como la Iglesia haya dado pábulo a los independentistas. A veces, a través del silencio cómplice. En otras ocasiones, cediéndoles incluso sus templos para celebrar auténticos aquelarres separatistas. El pasado mes de diciembre Barcelona vivió una exaltación eclesiástica del secesionismo con varias misas a favor de los golpistas encarcelados. Así, hubo ceremonias por los Jordis, Joaquim Forn y Oriol Junqueras. Ceremonias que tuvieron muy poco de religioso y, sin embargo, sí una sobredosis de política. Justo lo contrario de lo que, en teoría, debería ser un templo de culto religioso.
Concentraciones para burlar la acción policial que no fueron un hecho aislado, ya que contaron con el beneplácito de la Archidiócesis de Barcelona. Los sacerdotes deberían ocuparse de luchar por los más necesitados, de hacer el bien y profundizar en el estudio espiritual, no de dar cobertura a unos pirómanos de la política que viven de manera continuada al otro lado de la legalidad. La mezcla de religión y política resulta ponzoñosa. Puestos a hacer misas temáticas, quizá sería más adecuado que la Iglesia utilizara ese tipo de iniciativas para denunciar los casos de niños violados en todo el mundo por sacerdotes. Eso sí es condena. Lo que han hecho hasta ahora con los independentistas es apoyar la ilegalidad más absoluta.