¿A qué espera el PP para reparar la injusticia cometida con Albert Fernández Saltiveri?

Los hechos son los siguientes: el juzgado de lo Penal número 10 de Barcelona absolvió a Albert Fernández Saltiveri, ex vicesecretario general de comunicación del PP catalán, de las acusaciones de maltrato contra su exmujer y concejal del partido en Sant Adrià de Besòs, Irene Pardo. Según la resolución judicial, quedó absuelto de todos y cada uno de los cargos: «delito habitual de maltrato», «delitos continuados de coacciones leves en el ámbito familiar», «delito leve de injurias en el ámbito familiar» y «delito de maltrato en el ámbito familiar», así como del pago de las costas solicitadas por la acusación particular. La Audiencia Provincial de Barcelona confirmó meses después la absolución en una sentencia que avala en su integridad la sentencia del juzgado de lo Penal.
El PP le apartó sin darle oportunidad alguna de hacer valer su presunción de inocencia, una injusticia que está en la obligación de reparar, porque hace tiempo que los tribunales dejaron meridianamente claro que las acusaciones de su pareja eran infundadas. Por cierto, su ex mujer mantiene su cargo de líder del PP en Sant Adrià de Besòs y presidenta de Nuevas Generaciones de Cataluña.
El daño causado a su persona fue inmenso: moral y político. Urge, pues, una reparación y el PP no puede permanecer de brazos cruzados. Con la misma velocidad con la Fernández Saltiveri fue apartado de todas sus responsabilidades orgánicas en el PP catalán y se le abrió un expediente informativo por parte del Comité de Derechos y Garantías debiera haber sido repuesto en sus cargos una vez probada su inocencia.
No ha sido así. Sorprende que el Comité de Derechos y Garantías sea tan raudo para abrirle expediente y tan lento para reparar el daño causado a un político que no se merece el mal trato que le está dispensando su partido. Porque cada día que pasa es seguir condenando a una persona inocente.