PSOE-Vox: ¿el nuevo bipartidismo?

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Fiel a mi costumbre, continúo siguiendo la evolución de los partidos en las encuestas. Las de la semana pasada (Metroscopia y Electomanía) sitúan a Vox y el PP en menos de 3,5 puntos de diferencia. En un artículo reciente, me preguntaba si Vox estaba adelantando al PP. Tal y como señalé, el adelantamiento me parece más cualitativo que cuantitativo: a día de hoy parece imposible el sorpasso, teniendo en cuenta la estructura territorial del PP (casi 20.000 concejales frente a poco más de 500 de Vox).

Sin embargo, la tendencia que muestran las encuestas es la que es: Vox no ha terminado de crecer. Y si en Abril de 2019 Cs ganó al PP en toda España menos Galicia, y tampoco tenía la estructura municipal del PP, ¿podría Vox hacer lo mismo? Si tenemos en cuenta lo que nos queda por delante estos meses, no es descartable: la moción de censura y la renovación del CGPJ pondrán en un aprieto al PP, y las elecciones catalanas llegan con ambos partidos tan igualados que nada es descartable, con todo el poder simbólico que ofrece Cataluña.

Más allá de estos episodios coyunturales, la situación estructural del mundo es favorable a Vox. En efecto, como bien explica José Sierra Pama en su ensayo Orden cultural vs orden digital (Circulo rojo, 2019), el orden digital se está imponiendo todo el mundo de modo que las identidades personales y comunitarias tienden a la extinción. Ello genera un movimiento reactivo en las personas, que procuran agarrarse a lo que les queda del orden cultural en descomposición. En la protección de esas identidades, las izquierdas han demostrado su absoluto fracaso e incapacidad de oponerse a la plutocracia globalizadora. El PP mira el proceso como las vacas al tren, apoyándolo en ciertos aspectos so capa de liberalismo. Vox es hoy por hoy la única alternativa para esos ciudadanos que “no pueden permitirse el lujo de no tener patria” (Abascal- Ledesma dixit), y eso le garantiza el voto de la reacción.

Allá por 2019, con Vox recién aparecido y Cs en su cenit, un sesudo iuspublicista dijo que los dos partidos con más posibilidades de sobrevivir eran Vox y Cs. Uno por partido identitario, el otro por partido globalista. Es evidente que Cs va camino de la desaparición, pero la posición que representaba, la de los que se van acomodando al orden digital sin resistencia, sigue siendo mayoritaria. Una posición que Rivera definió como “liberales en lo económico y socialdemócratas en lo social”, y que PP, PSOE y Cs aspiran a representar. Y siendo el PSOE el más solvente de los tres, lo normal es que ocupe con naturalidad ese espacio.

Por otra parte, más allá del momento histórico, no podemos olvidar que Ferraz- Moncloa dominan casi todos los medios. Fueron ellos quienes convirtieron Vox en un fenómeno mediático en el otoño de 2018 y le dieron alas en 2019. Y son ellos quienes le han puesto al borde de la segunda posición con el juego político actual. Que la consiga o no, dependerá también del nivel de polarización y de la cobertura mediática que se le quiera dar a Vox. Pero las encuestas de la semana pasada comienzan a dibujar ese nuevo bipartidismo. Un bipartidismo algo “afrancesado” (salvando las diferencias) en el que el PSOE quiere hacer de Vox el FN, y ocupar cómodamente el lugar de Macrón (de ahí también la demonización injusta de Vox como partido de ultraderecha).

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