Una presencia necesaria: el Rey visita el País Vasco
El viaje del Rey este próximo viernes al País Vasco, en primer lugar a Bilbao y en segundo a San Sebastián, se encuadra dentro de la voluntad de la Casa Real de mantener una presencia frecuente y de manera regular en las llamadas Comunidades Autónomas históricas. Un principio inamovible a lo largo del reinado de don Juan Carlos y que continúa en los casi tres que lleva don Felipe al frente de la institución de la Corona. El mecanismo que regula el desplazamiento del Jefe del Estado a Euskadi es muy sencillo: la entidad que organiza un evento relevante, y piensa que la presencia de la Familia Real va a potenciar la difusión del acto en la sociedad y en los medios de comunicación, envía una invitación al Palacio de la Zarzuela. Cuando llega, es el jefe de la Casa del Rey y su equipo los que dan el visto bueno a la presencia de don Felipe. A continuación, el acto se coordina entre los responsables del Palacio de la Zarzuela y, en caso de que el asista el lehendakari, con los de Ajuria Enea.
Lo importante, no hay que olvidarlo, es considerar, como siempre ha hecho la Casa Real, que la presencia de los miembros de la Familia Real en Euskadi es una presencia necesaria a la que no se puede renunciar bajo ningún concepto y sean cuales sean las circunstancias. En los años de plomo de ETA, cuando el número de víctimas era altísimo, los Reyes Juan Carlos y Sofía viajaron continuamente a la Comunidad vasca a pesar de las amenazas de la organización terrorista de boicotear los actos a los que asistieran.
En el caso de este próximo viaje, la Casa del Rey consideró oportuno que el Rey visitara la exposición La memoria recobrada. Huellas en la historia de Estados Unidos, ubicada en la Torre Iberdrola de Bilbao. La razón de su presencia está en que la muestra refleja la contribución de la monarquía hispánica a la formación de Estados Unidos, un capitulo poco conocido y divulgado. Otro eje es la aportación de los vascos a la exploración, la navegación y el comercio desde el inicio de la conquista hasta el siglo XX. Las razones de la presencia del Rey en Donostia hay que buscarlas en el ámbito empresarial. Se cumple ahora el 70 aniversario de la Asociación Española de Fabricantes de Máquinas-Herramientas, un sector que ocupa el tercer puesto en Europa y el noveno del mundo como productor y exportador. Felipe VI va allí como gesto de apoyo a la Asociación que destina el 5% de su facturación a la I+D+I.
En lo que va de año, el Rey ha programado dos visitas al País Vasco. Sin embargo, sólo ha ido una vez a Barcelona, escenario actual de un desafío independentista sin precedentes. La cuestión es que la presencia de la Corona en Cataluña es tan necesaria ahora como fue en Euskadi antes del fin de ETA. Y son muchos los que creen que don Felipe debe viajar mas a la Comunidad catalana.