A Podemos y PSOE el show sólo les durará 24 horas

A Podemos y PSOE el show sólo les durará 24 horas

Podemos y PSOE no tendrán el show que pretendían. Ni muchísimo menos. La declaración de Mariano Rajoy y Pío García-Escudero en la Audiencia Nacional de San Fernando por la primera época del Caso Gürtel se reducirá a una mañana. La exposición mediática, que era lo que pretendían socialistas y podemitas, será mínima. Un auténtico chasco a modo de espectáculo interruptus, ya que el jefe del Ejecutivo comparecerá a las 09.30 horas mientras que el presidente del Senado lo hará a las 11.00 horas. Este tipo de cosas suelen ocurrir cuando el interés en un proceso judicial radica más en sacar rédito político que en esclarecer unos determinados hechos. La propia Audiencia había desestimado la declaración del presidente hasta en dos ocasiones. No obstante, la Asociación de Abogados Demócratas por Europa (Adade) ha insistido hasta que Rajoy ha tenido que comparecer —siempre en calidad de testigo— a un juicio que trata una época en la que él aún no había tomado las riendas de la formación de Génova 13.

Mariano Rajoy es el primero que ha mostrado su predisposición a colaborar con la justicia. Nada debe temer un hombre que a lo largo de una dilatada carrera política jamás ha tenido encima la más mínima sombra de sospecha. De hecho, cualquier testimonio que pueda ayudar a esclarecer una trama delictiva siempre es bienvenido. No obstante, llama la atención que sea justo ahora cuando el presidente sea llamado a declarar, que lo tenga que hacer in situ y que, encima, tanto el partido de Pedro Sánchez como el Pablo Iglesias quisieran extender las comparecencias a mayor gloria del show político.

Resulta oportuno recordar que Adade y PSOE tienen una cercanía más que próxima. El presidente de la asociación es Javier Ledesma, militante de la formación del puño y la rosa desde 1973 y antiguo diputado de la Asamblea de Madrid. Su hermano, Fernando Ledesma, llegó a ministro de Justicia en la época de Felipe González, además de presidente del Consejo de Estado entre 1991 y 1996. Por si fuera poco, otro de los componentes, Mariano Benítez de Lugo, ha sido uno de los abogados de Ferraz desde hace muchos años. Nada es casualidad en política. De ahí que, aunque haya show, el disgusto sea evidente tras quedarse en la mínima expresión.

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