Los okupas invocan a Pablo Iglesias

Los okupas invocan a Pablo Iglesias

El pasado 21 de septiembre, la Policía se presenta en un chalet de Guadalajara donde dos okupas vienen campando a sus anchas desde hace días: baños de sol en el jardín, largos en la piscina… Los agentes consiguen entrar en la vivienda acompañados por el administrador y un empleado de la promotora. Uno de los okupas duerme plácidamente y el otro intenta huir saltando la valla del chalet.  Después, los dos okupas empiezan a propinarse puñetazos y patadas. Son separados y, en ese momento, uno de ellos agrede a uno de los agentes. Es esposado y trasladado en un vehículo policial. En su interior, el okupa aporrea la mampara protectora y la toma con las puertas y las ventanas del coche al grito de «hijos de puta, os voy a matar, cabrones. Yo solo he usurpado, hasta Pablo Iglesias dice que se puede hacer».

El atestado policial, al que ha tenido acceso OKDIARIO, describe una situación surrealista. La guinda, la justificación de uno de los detenidos: forzar la cerradura de una vivienda y ocuparla no es delito porque lo ha dicho el mismísimo vicepresidente segundo del Gobierno de España. Y no le falta razón: Pablo Iglesias no cree que la ocupación sea un problema en España, sino el precio altísimo de los alquileres que han generado los «fondos buitre» con la connivencia del PP. Es decir, para el mundo okupa, para las mafias que se organizan para violar el derecho a la propiedad de miles de familias españolas, las palabras del secretario general de Podemos constituyen un salvaconducto. O dicho de otro modo: Iglesias crea «jurisprudencia».

Son los riesgos del populismo de extrema izquierda: cuando se está más cerca del delincuente que de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad encargadas de hacer cumplir la ley, pasa lo que pasa. Por cierto, los dos okupas detenidos quedaron en libertad. El juicio será la semana que viene y Pablo Iglesias será su argumento de defensa.

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