Lo de Extremadura

Extremadura PP Vox

Si el objetivo del centroderecha y la formación a su derecha era aprovechar el 28M como penúltimo paso para echar a Sánchez, entenderán los circunspectos y agresivos negociadores de PP y Vox, que sus votantes estén postrados de hinojos presa de la melancolía.

¡Menudo regalo están haciendo al innombrable monclovita! No conozco personalmente a la excelsa María Guardiola, sí a los extremeños; tampoco tengo el gusto de haber saludado nunca a los dirigentes de Vox en aquellas tierras irredentas –las más pobres de España tras muchos años de mandatos socialistas-, sí conozco la necesidad perentoria de sus agricultores y ganaderos por variar un rumbo que les conduce hacia más miseria y dificultades por sobrevivir. Lo sustancial, creo modestamente, no es el prurito ad hominem de unos dirigentes que están aprovechando su minuto de gloria para salir en las televisiones nacionales. Lo mollar, en cualquier caso, son los muy acuciantes problemas del buen, sufrido y hasta callado pueblo de Extremadura, una tierra de conquistadores aún por conquistar la modernidad y el futuro.

No soy quién para pontificar, ¡Dios me libre!, acerca de quién es la responsabilidad manifiesta de que se volvieran a repetir las elecciones o que, en su caso, Fernández Vara continúe al frente del poder autonómico. Aplicando el mero sentido común, sí me permitirán concluir que si en tantos años no ha sido capaz de variar la dinámica económica y social en cuanto a la capacidad de renta de sus gobernados en comparación con otros territorios españoles, mucho me temo que en ésta, su última andadura, no despierta muchas esperanzas.

Lo que está sucediendo estos días en esa bella tierra, cuna de tantos nombres señeros de la historia universal, entre dos partidos condenados a entenderse como en otras latitudes europeas, tiene mucho que ver a mi modesto entender con algo obvio: la pretendida superioridad moral de la izquierda española –cosa que no sucede en las grandes potencias democráticas del mundo- ha cuajado y desde esa atalaya son capaces de mandar al infierno a todo aquél que no comulgue con sus recetas y postulados. ¡No hay manera de que aprendan!

Lo último en Opinión

Últimas noticias