Laporta, gol en propia puerta

Joan Laporta

Para llevar dos meses preparándola, la comparecencia de Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, fue de lo más decepcionante: una sucesión de lugares comunes, inflados de victimismo y ataques al Real Madrid para evitar responder a la pregunta clave: ¿Por qué el Barça contrató los servicios del número 2 del Comité Técnico de Árbitros, cuando las labores de asesoramiento las podía haber llevado a cabo cualquier ex colegiado con experiencia y sin vinculación con el estamento arbitral? De eso, Laporta no dijo ni palabra. Pero hay algo en lo que Laporta faltó clamorosamente a la verdad. Afirmó que Hacienda envió un escrito a la Fiscalía en el que «se manifiesta claramente que no ha podido demostrar que esos pagos al señor Negreira pudiesen tener algún tipo de influencia en la elección de los árbitros o en algún resultado deportivo».

Miente, porque la inspectora firmó en las conclusiones del informe enviado a la Fiscalía en marzo de 2022 que «dichos importes (los 7,5 millones de euros facturados por Negreira) no responden a una actividad económica que haya quedado acreditada» y añade que «esta falta de acreditación y explicación pudiera ser un indicio de que estas facturas pudieran estar encubriendo servicios ilícitos». Asimismo, la funcionaria aseguró sobre Negreira que «son relevantes las siguientes cuestiones: coincidencia temporal de su cese como vicepresidente del comité arbitral y que deja de facturar al Fútbol Club Barcelona. Retiradas en efectivo recurrentes que pudieran relacionarse con retornos o pagos a terceros» y añadía que «el FC Barcelona aceptó en conformidad la calificación de los importes cobrados como liberalidad» . O sea, que Hacienda en ningún caso exonera al Barça de un comportamiento ilícito.

Por otra parte, OKDIARIO informa hoy que la Agencia Tributaria devolvió a Negreira 3.300 euros tras ganar 318.200 con facturas falsas al Barça, por el ejercicio fiscal del año 2018. La devolución se realizó el 6 de mayo de 2020. El error fiscal fue detectado por la inspección de la Agencia Tributaria cuando descubrieron que «en las declaraciones de IRPF de José María Enríquez Negreira su principal fuente de renta declarada son los rendimientos del capital mobiliario procedentes de la empresa DASNIL por importes de 200.000, 250.000 y 50.000 respectivamente». O sea, que falsear facturas tuvo, en principio, premio. Por fortuna, la ‘trampa’ fue descubierta. Otro gol en propia puerta

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