Con Israel, con la libertad

Israel terrorismo

El sábado pasado, Israel sufrió un ataque terrorista por parte de Hamás. Todo terrorismo es asqueroso y asesino por definición, pero, además, en este caso, el ensañamiento por parte de los terroristas islámicos ha sido terrible: bebés degollados, familias masacradas, ancianas secuestradas, violadas y asesinadas, jóvenes ajusticiados mientras disfrutaban de un concierto, todo una carnicería.

Contra esto no caben medias tintas, como resulta de la actitud de mucha parte de la izquierda, ni emplear términos que no sean contundentes, como ha llegado a realizar el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al hablar de una joven hispano-israelí asesinada, al decir que está consternado por «su fallecimiento», sin emplear el término asesinato -aunque en el siguiente párrafo diga que reitera su enérgica condena a los atentados-. Y ni mucho menos es admisible que miembros del Gobierno, como Yolanda Díaz, e integrantes de Sumar y de Podemos, socios gubernamentales de Sánchez, justifiquen a los terroristas que han llevado la muerte a Israel. Es parecida justificación a la que emplean para blanquear a ETA. Es la justificación de la destrucción, no de la construcción. Lamentable.

El presidente Sánchez no puede seguir con esos socios que justifican acciones como la de Hamás, que genera indignación y marginación de España, pero no podemos esperar que rompa con ellos, porque si se apoya en los herederos del brazo político de ETA para gobernar, no parece probable que expulse a Sumar, Podemos y su entorno por su actitud con estos atentados contra Israel.

Esa actitud de una parte de la izquierda, además de resultar repugnante, coloca a España como socio no fiable, como ha quedado demostrado al ser excluida de la carta de apoyo a Israel y repulsa al ataque islamista de Hamás que han firmado Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia e Italia. España debería estar ahí, pero nuestros socios no se fían, al albergar el Ejecutivo de Sánchez a personas y partidos políticos que o son ambiguos o justifican el ataque intentando atribuir la responsabilidad a Israel. Es tal la desconfianza que genera el Gobierno español actual con esa actitud de algunos de sus miembros, que ni siquiera ejerciendo la presidencia de turno de la UE lo han querido incluir.

Israel no es culpable de ser atacado, sino que los culpables y responsables son los atacantes, los asesinos de Hamás. Israel es un país que ha prosperado de la nada, que ha tenido que estar siempre defendiéndose contra la hostilidad y agresiones de sus vecinos árabes, que tiene que estar en movilización permanente por que quieren acabar con él. No hay justificación posible de los atentados a Israel, que, por cierto, abandonó la Franja de Gaza hace más de quince años, ocupación actual que se inventan los defensores de los atacantes para justificar el ataque, al tiempo que ahora critican a Israel por defenderse legítimamente.

Israel lleva defendiéndose desde su creación en 1948. El antisemitismo de los países árabes y de gran parte de la izquierda es repulsivo. En lugar de tratar de construir un país democrático en Palestina, quieren acabar con Israel, asentando, allí, en Palestina, un régimen donde en gran parte del territorio campan a sus anchas los terroristas de Hamás.

Sólo es aceptable una posición: el apoyo rotundo, sin ambigüedad, a Israel ante tamaña barbarie que ha sufrido. Apoyo a Israel que es el apoyo a la libertad, a nuestra libertad, que ellos, como avanzadilla del mundo occidental, defienden en Oriente Próximo.

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