Inmigración Ilegal: una radiografía que nos devuelve al abismo migratorio
El Ministerio del Interior hacía público la pasada semana su último informe quincenal sobre inmigración ilegal que recoge datos hasta el 31 de agosto de 2020. Según dicho informe, en la actualidad han accedido a nuestro país de forma ilegal un total de 13.796 inmigrantes, que si bien supone un descenso de un 26% con respecto a cifras del año anterior, resulta cuanto menos preocupante teniendo en cuenta la pandemia que en estos momentos castiga al mundo entero.
No obstante, cabe también destacar, que a pesar del citado descenso en ilegales totales llegados a España, el número de embarcaciones llegadas a nuestras costas sigue en un ya significativo aumento de casi un 40% (37,4%), pasando de las 604 embarcaciones recibidas en 2019 a fecha 31 de agosto, a un total de 830 al cierre del informe presentado por Interior. Es decir, la presión logística que genera la inmigración ilegal sobre las costas españolas no solo se ha duplicado con respecto al último informe quincenal, sino que ya podemos decir que nos lleva a cifras récord en los últimos cinco años, únicamente superadas por las nefastas estadísticas del año 2018, cuando a nuestras costas habían llegado un total de 1.168 embarcaciones a fecha 31 de agosto.
El significativo incremento de embarcaciones se debe principalmente a la aplicación por parte de las mafias de un ‘modus operandi’ ya ensayado en el año 2018 por aquellos traficantes que trazaban rutas de acceso con origen en costas marroquíes y en menor medida, costas de Argelia. Este año, sin embargo, vemos como ha tenido lugar una variación en esos lugares de partida, siendo en estos momentos Argelia el principal país del que ya parten casi el 40% de los ilegales que llegan a España según las últimas estadísticas elaboradas por ACNUR. Estas redes delictivas organizan los accesos a nuestras costas de forma masiva logrando que muchas de estas embarcaciones terminen sin ser interceptadas por los agentes encargados de la vigilancia de fronteras marítimas.
Si bien la cifra de ilegales totales llegados hasta la fecha supone un descenso con respecto a los años 2018 y 2019, no debemos dejar pasar que volvemos a experimentar un incremento considerable con respecto a las llegadas por mar registradas durante los años 2016 y 2017. Incluso superamos en estos momentos la suma de llegadas marítimas de ambos años (11.898) en más de un 15%, es decir, volvemos a una tendencia alcista cuando aparentemente todo parecía estar controlado. Tampoco podemos ignorar el número de fallecidos en las rutas hacia costas españolas, donde hasta la fecha y según datos de ACNUR, habrían fallecido un total de 326 inmigrantes ilegales a fecha 31 de julio de 2020, cifra que se sitúa en un incremento de un 20% con respecto al número de desaparecidos registrado el año pasado, 272 (a fecha del 31 de julio de 2019).
En términos geográficos
A pesar de la situación que en las últimas semanas se está dando en el archipiélago canario, Andalucía sigue siendo la peor parada. Según los últimos balances aportados por ACNUR, en Andalucía habrían llegado a fecha 6 de septiembre un total de más de 5.600 inmigrantes ilegales procedentes en su mayoría de Argelia (más de un 40%), siendo Almería la provincia peor parada.
Siguiendo a Andalucía muy de cerca, Canarias ha sido una de las regiones más castigadas. Los últimos datos recopilados confirman que ya han accedido a las islas más de 4.500 ilegales en lo que llevamos de año, algo que nos situaría en un incremento de llegadas con respecto al año pasado muy cercano al 600% y donde, según recogía el último balance de Interior, el número de embarcaciones llegadas estaría muy cerca de triplicarse con respecto a cifras del 2019. A diferencia de la región andaluza, los inmigrantes ilegales llegados son en su mayoría de origen subsahariano, alrededor del 44%. Mali, Guinea, Costa de Marfil y Senegal son los principales países de origen.
Lejos de lo ocurrido en otros años y debido principalmente al origen argelino de gran parte de los inmigrantes llegados a la Península, la zona de Levante y Baleares también está siendo duramente castigada en este año 2020. A pesar de que permanece alejada en datos con respecto a Andalucía y Canarias, el número de ilegales llegados a ambas zonas supera ya con creces los datos registrados en los años 2018 y 2019, donde a fecha 30 de septiembre no habían llegado ni por asomo los casi 2.800 ilegales registrados en Murcia, Valencia y Baleares a fecha 6 de septiembre de este año. Echando una vista hacia atrás, hace dos años las cifras de ilegales llegados al este de la geografía española nos situaba en los 1.231 y el año pasado, ACNUR registraba cifras que apenas superaban las 1.000 llegadas (1.045) a fecha 30 de septiembre. Es decir, cuando aún no ha concluido este mes, a la zona de Levante y Baleares ya han llegado más ilegales que en 2018 y 2019 juntos.
Por último, la visita a Ceuta y Melilla no es menos obligada, según nos indican los datos de Interior y ACNUR, las llegadas a ambas ciudades autónomas ya superan las 1.700 entradas, cifras que aunque quedan lejos de los años 2018 y 2019, no resultan menos alarmantes para los tiempos que corren.
Concluyendo
En resumidas cuentas y en términos generales, lejos de estar controlada, la situación vuelve a tendencias que nos llevaron a los peores datos en lo referente a ilegales llegados nuestro país en el peor escenario de nuestra democracia. Más embarcaciones, una mayor presión logística y zonas de la geografía española que jamás experimentaron una llegada masiva de embarcaciones de tal magnitud y que hoy asisten atónicos y desbordados mientras tratan a su vez de controlar una pandemia que nos ha dejado a decenas de miles de fallecidos en toda España.
Una vez más asistimos a un grado de indolencia en materia migratoria que roza la negligencia y que nos sitúa, con la inestimable complicidad de este Gobierno socialcomunista, como uno de los principales patrocinadores de la inmigración ilegal en Europa, únicamente superados por la Italia de Conte.
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