Hecha la Ley Trans, hecha la trampa

Ley Trans

Hace más de un año, OKDIARIO publicó un editorial en el que alertaba del riesgo de que los hombres se sirvieran de la Ley Trans para cambiar de sexo  a fin de beneficiarse en determinadas oposiciones donde priman medidas de acción positiva para que se alcance un mayor porcentaje de mujeres. Decíamos entonces que la norma tenía un gigantesco agujero por el que podían colarse quienes aspiraran a un puesto en las administraciones públicas y que, con la norma en la mano, las damnificadas serían las mujeres, pues determinados varones podrían pasar por el Registro con el ánimo expreso de beneficiarse en las pruebas de selección en las que se reserve un porcentaje de plazas para las mujeres o en aquellas donde las pruebas físicas exijan a las mujeres registros distintos a los de los hombres.  Se nos dijo que eso era imposible y que, en todo caso, habría manera de detectar el fraude. La ley no pone ningún impedimento y un hombre puede registrarse como mujer conservando su nombre de varón, porque la norma establece que «a efectos de determinar si la identificación resulta confusa, no se otorgará relevancia a la correspondencia del nombre con el sexo o la identidad sexual de la persona».

Pues bien, casi cincuenta personas, en su mayoría hombres, han tramitado el cambio de sexo en Ceuta en los últimos doce meses, la mayoría de ellos, curiosamente,  aspirantes a formar parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o del Cuerpo de Bomberos. La razón puede estar, sin duda, en que el proceso selectivo es menos exigente para una mujer que para un hombre en determinadas pruebas físicas. En las últimas oposiciones al Cuerpo de Bomberos de Ceuta, las mujeres debían subir a una torre en menos de 33 segundos, un 10% más de tiempo que los hombres. Otro ejemplo se encuentra en la Policía Local de la ciudad autónoma, donde a los hombres se les pedía correr un kilómetro y medio en 35 segundos menos que a las mujeres. Lo advertíamos entonces y se constata ahora: la Ley Trans tiene un gigantesco agujero que perjudica seriamente a las mujeres.

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