No se olviden de las víctimas de ETA
Como les conté en OKDIARIO el pasado mes de septiembre, mi abuelo se llamaba Javier Ybarra. El único crimen que cometió en su vida fue trabajar duro para generar riqueza en el País Vasco. ETA lo torturó salvajemente antes de matarlo. Su cuerpo sin vida apareció el 22 de junio de 1977 en el Alto de Barazar. Se convertía así en la primera víctima de la banda terrorista en democracia. Su muerte conmocionó a la opinión pública, especialmente en Euskadi, y supuso un terremoto en el mundo proetarra y en ETA político-militar. Los asesinos le habían quitado la vida a un hombre bueno por la única razón de pensar con libertad.
No se pueden ni imaginar ustedes los años de dolor y abandono que mi familia y yo hemos padecido, en la más absoluta soledad contra la barbarie etarra que, aún hoy, sigue latente en mi tierra. Por eso, siempre he soñado con construir una asociación en memoria de mi abuelo. Sueño que, al fin, se ha hecho realidad. Me resulta imposible describirles hasta qué punto llega mi felicidad, la satisfacción que produce el apoyo de muchas personas que han ayudado a sacar el proyecto adelante.
La Asociación Reacciona España (@espana_por) quiere preservar el legado de mi abuelo pero, al mismo tiempo, recordar a todas las víctimas del terror. Desde nuestro colectivo, queremos trabajar para que su caso, uno entre los más de 300 sin resolver, sea esclarecido y se haga justicia de una vez por todas. ARPE también quiere defender el amor a España, a sus costumbres y a sus tradiciones. A través de las ideas, pretendemos defender nuestra nación frente a todos aquellos que quieren romperla y dividirla.
ARPE, al igual que mi abuelo Javier Ybarra con su querido Reformatorio de Amurrio, desempeña, por otra parte, una labor social consistente en ayudar a los sectores sociales más desfavorecidos. Somos defensa y apoyo incondicional a las víctimas del terrorismo.
Quiero aprovechar este artículo para agradecer de un modo sincero el cariño y la sensibilidad de OKDIARIO con nuestra problemática e iniciativas. Por ayudarme a que la memoria de mi abuelo no quede sepultada bajo el manto del olvido. Gracias también a todos aquellos que me habéis ayudado y me ayudáis a que este sueño se realice. Ahora, a continuar trabajando por España. Mi abuelo estaría muy orgulloso.