Pionero de la Edad de Oro del deporte español
Fernando Alonso fue uno de los grandes responsables de que España comenzara a situarse sin pausa en la pole position del deporte mundial. El piloto asturiano ya conducía cuando aún casi no sabía andar. Con esa precocidad no es de extrañar que sea uno de los indiscutibles pioneros de la Edad de Oro del deporte español. Hasta los primeros años del siglo XXI, España había sido un país con grandes figuras deportivas, pero aisladas y fijas en unas pocas disciplinas. Fue en los Juegos Olímpicos de Barcelona, en 1992, cuando nuestro país exhibió por primera vez su capacidad de conjunto ante el mundo en multitud de modalidades.
No obstante, aún faltaba la confirmación en muchos otros deportes. La costumbre de ganar en casi todos ellos llegó una década después. En 2005, Fernando Alonso ganó el Mundial de Fórmula 1 por primera vez, Rafa Nadal conquistó su primer Roland Garros y Dani Pedrosa completó su triplete en la categoría motociclista de 125 centímetros cúbicos. España venía de ganar dos mundiales de ciclismo en ruta en 2003 y 2004, pero la Formula 1 y su poderoso marketing, junto con la apabullante aparición de Nadal en París, nos otorgó una proyección a nivel internacional de la que España no se ha desprendido desde entonces.
Éxitos que no sólo inciden en lo meramente deportivo, sino también a nivel social, cultural y, por supuesto, económico. Si hoy en día España es una potencia mundial en deportes tan dispares como fútbol, baloncesto, natación sincronizada, ciclismo o bádminton —por citar sólo unos pocos— es gracias al trabajo de difusión internacional de nuestra marca que con sus triunfos hicieron deportistas como Fernando Alonso. La Fórmula 1 es uno de los espectáculos deportivos más conocidos y Alonso ha sido protagonista del mismo durante más de una década. Ahora que decide retirarse para «alcanzar nuevos retos», es justo reconocerle esta labor además de, por supuesto, su extraordinaria talla como piloto.