A favor de Albiol

A Xavier García Albiol, el alcalde de Badalona, no paran de machacarlo desde hace una semana. Exactamente desde el pasado miércoles. Cuando un juez autorizó el desalojo de un instituto abandonado ocupado por 400 personas.
En la operación policial se desplegaron más de una cincuentena de agentes. Tanto de los Mossos como de la Policía Nacional. Podrían haber identificado a los que no tenían papeles. Y, acto seguido, iniciar los trámites para su expulsión.
Al fin y al cabo, es lo que ha ordenado la Unión Europea en su última cumbre. Endurecer la política de inmigración e incluso crear centros de acogida en el extranjero. Pero ya saben que España es diferente. Sobre todo el Gobierno de Pedro Sánchez.
Hicieron exactamente lo contrario: los dejaron en la plaza de enfrente. Por la desidia también de la administración estatal y la autonómica. No vayamos tampoco a hacer un favor a un alcalde del PP, debieron pensar. Además, la inmigración continúa siendo un tema tabú.
Les faltó tiempo a TV3 para enviar las cámaras, como ya conté la semana pasada. También, obviamente, La Sexta, Rac1 y otros medios afines. Incluso La Vanguardia le dedicaba este martes un semáforo rojo al dirigente del PP.
Han entrevistado también a un montón de gente de Cáritas, de ONGs y plataformas ciudadanas. Algunos han salido varias veces. Como el portavoz de una autodenominada Organización Juvenil Socialista de Catalunya. Parece que es una escisión de Arran por la izquierda. Las juventudes de la CUP ya iban, en los tiempos duros del procés, pintando sedes de Ciudadanos, del PP y hasta del PSC.
Aunque no sabría decir qué representatividad tiene. Desde luego, parlamentaria no. El otro día entré en su canal de YouTube y tenía 243 suscriptores tras ocho vídeos. Pero fueron los que hicieron escraches a Silvia Orriols, Pilar Rahola y Carlos Mazón. Como en los viejos tiempos de la izquierda.
Albiol se ha defendido como ha podido. Incluso en alguna entrevista. Pero sobre todo a través de las redes. Colgó un vídeo de la líder de los Comunes en el municipio, Aïda Llauradó, en el que acababa increpada no sólo por algunos de los okupas, sino también por una joven que le recriminaba que no hubiera hecho nada cuando gobernaba.
Entre otras razones, porque fue teniente de alcalde. Primero con Álex Pastor, el del mordisco, entre el 2019 y el 2020. Y, tras su dimisión después de un control de alcoholemia, con Rubén Guijarro (2021-2022).
La cadena autonómica no ha encontrado hasta este lunes un solo vecino que les pueda explicar cómo se vivía al lado de un edificio okupado. Los problemas de convivencia, de inseguridad, de salubridad.
En el interior del edificio, tras el desalojo, encontraron una moto robada. Y unos colegas de Antena 3 fueron agredidos en su día cuando intentaban hacer su trabajo. Hubo también un brote de tuberculosis, una enfermedad altamente contagiosa. Finalmente, una pelea entre okupas acabó con la muerte de un subsahariano el pasado mes de agosto.
Desde luego, los políticos también han metido cizaña. Este lunes, el portavoz de ERC, Isaac Albert, le llamaba «pirómano» en rueda de prensa el pasado lunes. En cambio, la portavoz del PSC, Lluïsa Moret, presidenta de la Diputación de Barcelona, ha dicho que la actuación del Govern ha sido «clara y contundente». ¡Pero si no han hecho nada!
Incluso el fugado Carles Puigdemont ha aprovechado para salir en los medios. Y, desde su exilio en Waterloo, ha divulgado una «declaración institucional». Se cree que todavía es presidente. Una de cal y otra de arena. No se ha atrevido a decir que los sin papeles tienen que ser expulsados, pero sí pedir las competencias sobre inmigración. Si no es para eso, ¿para qué las quieren?
Casualidad o no, Salvador Illa ha hablado por primera vez del tema en la rueda de prensa para hacer balance de gobierno. Un balance, todo hay que decirlo, fino como una hoja de papel. «Lo importante es —ha dicho— no perder la cabeza». Supongo que tampoco el cargo.
Mientras que TV3 ha seguido con sus informativos a favor de los okupas. Ha encontrado no sé cuántos vecinos a favor de los desalojados después de que, el pasado lunes, hubiera una manifestación en contra. El relato se les está desmoronando por momentos, pero todavía no se han enterado. Luego se preguntan por qué sube Vox o Aliança.
Sólo he echado en falta una cosa. Una visita de Feijóo o al menos de Miguel Tellado a Badalona para hacerse una foto con el alcalde como muestra de apoyo. Sobre todo ahora que ha terminado la campaña de Extremadura. O incluso del presidente del PP catalán, Alejandro Fernández, aunque no sé cómo están de relaciones personales. A Xavier García Albiol lo han dejado más solo que la una los de su propio partido. Da igual, él solo se basta.
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