El Dos de Mayo económico de Madrid

Dos de Mayo

Hoy, viernes dos de mayo, día en que se celebra la fiesta regional madrileña, que, realmente, simboliza todo el coraje del pueblo español al conmemorar el levantamiento del Dos de Mayo de 1808, conviene recordar que distintas políticas dan distintos resultados, al comparar la economía madrileña con la de otras regiones o con la del conjunto nacional.

Eso obvio que la Comunidad de Madrid se ve influida -para bien o para mal- por la política económica nacional, que es quien, lógicamente, tiene el grueso de competencias, y, así, la política equivocada de Sánchez afecta negativamente a Madrid: el Gobierno de Sánchez, envuelto definitivamente en el populismo, ha sido responsable de crear incertidumbre e inseguridad jurídica en la economía española con sus actuaciones populistas, caprichosas y demagogas, amén de electoralistas. Todo ello, hace que la inversión extranjera deje de llegar o que, incluso, se vaya. Del mismo modo, empresas españolas han comenzado a mover sus sedes, como lo hizo Ferrovial, o se hayan replanteado en algún momento invertir en otros lugares de continuar el acoso del Gobierno a determinados sectores, como el bancario o el energético.

Inseguridad que se dio, por ejemplo, cuando decidió imponer un impuesto a las llamadas grandes fortunas para tratar de vender a los ciudadanos que él vela por los desfavorecidos, con su mantra de que se siente atacado por lo que él llama «poderosos» al tratar de proteger a lo que define como «la clase media y trabajadora». Muchas rentas altas, que son las que pueden invertir, que son las que tributan a tipos más elevados en el IRPF y que son las que tienen una mayor capacidad de compra y adquieren productos de mayor valor y, con ello, el impuesto directo que pagan es superior, al ser la base del producto más elevada, llevan estudiando tiempo, tras su aplicación, irse a otros lugares. Con ello, si se produjese esa huida, habría menos ahorro para cubrir la inversión; al haber menos inversión, habría menos actividad económica; y al haber menos actividad económica, se generarían menos puestos de trabajo. Es decir, los trabajadores serían los que más perderían, especialmente los de menos cualificación.

Con esos impuestos creados expulsa a la inversión. Sánchez quiso castigar a las regiones del PP que tenían exención en el Impuesto de Patrimonio, pero lo que hizo es empobrecer a España, cuyo PIB per cápita se aleja, cada vez más, de la media de la UE, pues también provocará una fuga de contribuyentes, por ejemplo, hacia Portugal, que ofrece unas condiciones más benignas en el tratamiento fiscal. Si ya muchos profesionales muy cualificados, de carreras exitosas, se mudaron a Portugal cuando se han prejubilado o como profesionales autónomos si su trabajo lo pueden realizar a distancia, ahora lo harán más, de prosperar este impuesto demagógico.

Ahora, dentro de que Madrid no es una isla y se ve afectada por las políticas que son competencia del Gobierno de la nación, sí que, en su pequeño margen competencial consigue impulsar políticas que generan mayor seguridad y, así, liderar la atracción de la inversión extranjera que llega a España.

La Comunidad de Madrid aplica, desde 2003, una política de prosperidad basada en el gasto austero y eficiente, los impuestos bajos, el cumplimiento de la estabilidad presupuestaria, la eliminación de obstáculos para emprender y una libertad y seguridad jurídica económicas completa.

Eso ha hecho que Madrid se haya convertido en el principal motor económico de España, de manera muy destacada y con una fuerza y diferencia cada vez mayores, gracias a que su mayor libertad económica favorece la inversión y el empleo. Al compararla con la región económicamente similar, como es Cataluña, podemos ver cómo Madrid avanza cada vez más y Cataluña se estanca o retrocede. La política económica aplicada en Madrid es la de la libertad económica y la aplicada en Cataluña es la del intervencionismo.

Todo ello, ha hecho que Madrid se convierta no sólo en la región más próspera, sino también en la mayor economía por volumen de PIB, pese a contar con menor extensión y población que Cataluña; que atraiga más población; en definitiva, que genere mayor prosperidad.

Esta política económica liberal en Madrid es el binomio perfecto entre menos impuestos y más servicios de alta calidad, que ha hecho posible en los últimos veinte años que los madrileños tengan los impuestos más bajos de España y los mejores servicios públicos.

Ésa es la realidad, no otra. Querer acabar con la prosperidad de una región que, además, la reparte solidariamente, a través del Fondo de Garantía de los Servicios Públicos Fundamentales del Sistema de Financiación Autonómica, con las demás regiones, no sólo es ir contra la corresponsabilidad, no sólo es injusto, sino que, además, es absurdo, porque si se empobrece la región más próspera, habrá menos para repartir entre el resto, elemento que perjudicará a todas, al tiempo que el problema de Cataluña no es de financiación, sino de mala gestión, donde el independentismo y el intervencionismo empobrece a la economía. Distintas políticas dan distintos resultados, y el ejemplo de Madrid, a las puertas del Dos de Mayo, como si su libertad económica se levantase contra el intervencionismo que oprime al conjunto de la Nación, es claro. Libertad económica que se simboliza perfectamente en la condecoración a don Pedro Schwartz con la Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo de la Comunidad de Madrid, luchador incansable por la libre economía de mercado.

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