Colapso: incendios, apagón, trenes, carreteras…

AVE
  • Graciano Palomo
  • Periodista y escritor con más de 40 años de experiencia. Especializado en la Transición y el centro derecha español. Fui jefe de Información Política en la agencia EFE. Escribo sobre política nacional

Un día sí, y el otro también. El caos ferroviario en España empieza a ser una constante, ya sea invierno, primavera, verano u otoño. Con un ministro tan incapaz como insolente, con un Gobierno tan despreocupado como manirroto, nada puede extrañar la respuesta «matemática» de las cosas a siete años largos de desbarajuste e incompetencia.

Hubo un tiempo en que los españoles podíamos presumir de tener la mejor red viaria de alta velocidad (AVE), la misma que hoy es una completa ruina. El antiguo orgullo ha devenido en una mezcla de vergüenza e incredulidad. El tren ha colapsado. Y lo vamos a ir viendo a medida que pase el tiempo.

No se ha invertido en los últimos siete años un maldito euro; hubo y hay muchos asesores del partido que enchufar, demasiado gasto clientelar que atender.

Cómo será la cosa que los maquinista de la Alta Velocidad han pedido que se baje la velocidad precisamente del AVE porque las «vías están en mal estado…» ¿Está el ministro Puente más capacitado técnicamente que ellos? Evidentemente, no.

El Gobierno huye como de la peste cada vez que en el territorio nacional aparece una catástrofe. ¿Se puede denominar de otra forma a esa cadena ininterrumpida de incendios que está dejando miles y miles de hectáreas arrasadas? ¿Acaso los pavorosos incendios que se han producido en gran parte de España no es motivo suficiente para declarar el estado de emergencia? No lo ha hecho, como no lo hizo en la DANA, pero sacudirse cualquier responsabilidad, aunque sea evidentemente la suya, teniendo en cuenta que es el Gobierno quien dispone de los recursos para frenarlo.

Sánchez desde su retiro bokassiano de La Mareta sólo se ha procurado de mandar a su edecán impresentable con apellido de Puente a mofarse de la desgracia, reírse de los ciudadanos e insultar a los presidentes de las comunidades autónomas. Apoyo, cero. ¿Ejemplaridad? Ninguna.

Con la carreteras hechas una desgracia, con un apagón general que no se nos olvida, no hay dinero para los temas de comer… Está más ocupado en su politiquería de baja estofa y mantener su sillón apolillado. Y todo ello cuando el nivel impositivo se parece más a una requisa que a un sistema justo y proporcionado en una nación que quiere continuar hacia adelante.
¿Alguien dijo alguna vez que este hombre lleva tiempo sin estar bien del tanque?

¡Pues eso! Y de esta guisa, ¿hasta cuándo?

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