La clave del éxito de Madrid: menos impuestos y menos PSOE

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Los anuncios de impuestos con su posterior caza del rico son los chutes ideológicos que se meten los socialistas para levantar el ánimo entre los suyos. Pero lo cierto es que las lecciones en materia fiscal que dan por la mañana, las incumplen por la tarde, por ejemplo cuando les pillan con sociedades instrumentales para pagar menos impuestos, como le ha sucedido a ilustres ministros de Pedro Sánchez de cuyos nombres preferimos no acordarnos. Lo mismo ocurre con Podemos, el principal socio de Gobierno de Sánchez. Allí están los casos de Juan Carlos Monedero y Pablo Echenique. El primero dejando de pagar 100.000 euros en impuestos por oscuros trabajos de asesoría que jamás tuvo la decencia de aclarar y el segundo, condenado a pagar 11.040 euros a la Seguridad Social por no contratar a su asistente. Ambos son la muestra palmaria de la hipocresía de estos activistas que aplican a otros el catecismo del saqueo fiscal que ellos mismos incumplen.

Afortunadamente para los madrileños, la política de bajos impuestos que defiende la presidenta Isabel Díaz Ayuso ha permitido a cada contribuyente madrileño ahorrarse 16.000 euros. Un total de 53.000 millones de euros que los madrileños han podido emplear libremente en lo que quisieran y no para soportar los lujos y despilfarros de la izquierda radical, niñeras, escoltas y chaletazos incluidos. Lo que sorprende es que sea el PSOE el que se haya sumado de forma irresponsable a los ataques contra Madrid promovidos por Podemos y los separatistas catalanes por su política de menor presión fiscal. Más aún cuando al final quienes más se benefician de ella son aquellos a los que la izquierda dice proteger: los trabajadores y las familias. A la izquierda le parece poco que los españoles trabajen, de media, 178 días del año para cumplir sus obligaciones con el fisco.

Resulta patético por no decir insultante escuchar al valenciano Ximo Puig proponer un nuevo impuesto para las rentas altas de la Comunidad de Madrid y que encima esta propuesta delirante haya encontrado el beneplácito del Gobierno central, a través del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, al señalar que «tiene mucho recorrido».  Para rematar el cambalache, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha salido a desmentir a Escrivá negando que se vaya a aplicar ese impuesto compensatorio a la Comunidad de Madrid: “Ni está en la agenda ni lo va a estar nunca”, afirmó. Viniendo de la misma ministra que mintió con el IVA de la luz y de las mascarillas, los madrileños ya pueden tentarse la cartera.

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