Los ‘cinco días de reflexión’ de un farsante

Pedro Sánchez Begoña Gómez

Ahora que, pese a algunos, se ha confirmado que OKDIARIO tenía razón cuando informó en exclusiva que Begoña Gómez tenía la condición de investigada, conviene detenerse a analizar los tiempos procesales para extraer otras conclusiones: la primera es que el juez otorga dicha condición de investigada a la mujer del presidente desde el 16 de abril, con la apertura de diligencias, y se lo comunica el 22 de dicho mes, por lo que cuando Pedro Sánchez publica su insólita carta del 24 de abril en la que anuncia que se toma cinco días de reflexión para decidir si continúa al frente del Gobierno ya sabía la situación procesal de su esposa, que oculta a la opinión pública y, por supuesto, al Rey, al que instrumentaliza de forma grosera para construir su sedicente relato victimista.

Lo que hizo Sánchez es someter al país a una tensión extrema al mostrarse como un auténtico chantajista, por la razón de que su mujer había sido imputada -término que luego fue sustituido por el de investigada-. Su reacción fue todo un desafío a la justicia, al someter al juez a una presión inaceptable con un amago de dimisión que se ha comprobado que fue una farsa. Porque fue la imputación de la mujer del presidente la que llevó a este a ausentarse cinco días, una reacción que vino acompañada de una perversa utilización de la figura del jefe del Estado. El presidente del Gobierno mintió, ocultó la realidad y, por si fuera poco, se sirvió del Rey para tejer un siniestro plan que es la apoteosis de la infamia.

Estos son los hechos. Lo que viene a demostrar que el jefe del Ejecutivo español no tiene límites morales ni políticos. Es un truhán capaz de someter a España a y los españoles a una situación sin precedentes de inestabilidad institucional por el hecho de que la Justicia investigue a su mujer. El farsante, esta vez, ha ido demasiado lejos.

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