Chapuza histórica e histérica
Las Carmenadas tienen algo en común con la energía: ni se crean ni se destruyen, simplemente se transforman. En el amplio catálogo de esperpentos y disloques hemos pasado por la ratonera del tráfico en el centro de la ciudad, las basuras con sede en las calles de todo Madrid, reinas magas de nuevo cuño en las cabalgatas e incluso los enchufazos a granel más propios de la castuza más rancia que de esos adalides demagógicos de la nueva política. No obstante, como decía Albert Camús: «La estupidez insiste siempre». Y en esa disciplina, los actuales dirigentes del Ayuntamiento de Madrid llevan camino de graduarse cum laude al final de la legislatura. Uno de los motivos principales es el lamentable show que están ofreciendo a cuenta de esa Memoria Histórica que, aplicada de manera torticera, está adquiriendo categoría de chapuza supina. La última «hazaña» ha venido por la retirada de la placa que servía como homenaje a Enrique de la Mata Gorostizaga, presidente de Cruz Roja Internacional.
El Partido Popular de Madrid ha demandado explicaciones bajo la advertencia de que están dispuestos a tomar medidas legales para cortar esta locura. El ridículo se produce por una ley que el Consistorio utiliza a modo de vendetta en base a filias y fobias subjetivas, arbitrarias y, como en este caso, disparatadas. Esta misma semana, Carmena, cerril en su sectarismo, retiró otra placa colocada en el cementerio de Carabanchel Bajo que recordaba a ocho frailes carmelitas que fueron fusilados el 18 de agosto de 1936. Esa es la interpretación enconada que la alcaldesa de la capital hace de una norma que parece más destinada a estigmatizar que al desarrollo de una reflexión profunda y reposada sobre acontecimientos de nuestro pasado reciente que no deberían repetirse jamás. Precisamente, una de las máximas de la historia es «conocer el pasado para entender el presente y saber interpretar el futuro». Algo que no casa con Carmena ni con el grupo de exaltados que la aconsejan a tenor de lo que ha pasado durante estos días en las calles de Madrid.