¿Una Policía de Igualdad? Pues que manden refuerzos a Ferraz
Se plantea ahora el Gobierno -a buenas horas, mangas verdes- regular la figura del agente de Igualdad para convertirlos en una suerte de Policía de Igualdad que combata a los agresores sexuales. Fenomenal, pero que empiecen por Ferraz y envíen refuerzos a la sede socialista, porque el número de acosadores sexuales que le ha salido al PSOE es como para que establezcan un dispositivo policial de carácter extraordinario. Los nuevos agentes tendrán «reserva de actividad» sobre ciertas labores, es decir, serán los únicos que podrán ejercer esas actividades. Y entre ellas estarán las evaluaciones de los protocolos antiacoso, como los que existen en La Moncloa, y a los que no acudieron las víctimas, ya que tenían que identificarse con nombre, apellidos, DNI y puesto de trabajo. El Ejecutivo ya ha iniciado la tramitación del anteproyecto de ley para regular la profesión del agente de igualdad, un cargo para el que se tendrá que acceder a través de un grado de cuatro años o de máster. Dicen que quiere impulsar esta figura de forma urgente, pero hay un pequeño problema: «Los contenidos de los planes de estudio serán desarrollados y ya se está trabajando desde el Instituto de las Mujeres y del Ministerio y serán aprobados conforme a la legislación vigente a través de reglamento». Así lo expresó la titular de Igualdad, Ana Redondo, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Pues como dependa del Ministerio Igualdad, mejor ir cruzando los dedos, porque los antecedentes no invitan precisamente al optimismo.
Esto de la Policía de Igualdad no deja de tener su guasa, aunque estemos hablando de un asunto muy serio. Porque cabe imaginarse lo que habría pasado si este cuerpo policial hubiera empezado a ejercer su trabajo tiempo atrás. Pues que a la mano derecha de Pedro Sánchez, Paco Salazar, sin ir más lejos, le tendrían que haber sacado los geos de la sede de Ferraz.