CCOO quiere proletarios, no propietarios

La semana pasada, el director del gabinete económico de CCOO, Carlos Martín Urriza, dijo que promover la vivienda en propiedad era volver al modelo franquista “de propietarios y no de proletarios”. Frente a dichas declaraciones, las redes reaccionaron en contra con tal contundencia que hasta se hizo eco cierto periódico comunista. Los tuiteros decían cosas como que trabajar toda la vida para no terminar teniendo nada equivale a una forma moderna de esclavismo; o que en los países donde predomina el alquiler la propiedad de las viviendas esta concentrada en unas pocas macro empresas a las que hay que pagar toda la vida.

Tradicionalmente, la izquierda ha abogado por la vivienda en alquiler. Pero así como antaño lo que proponían era alquilar viviendas públicas (lo cual puede tener un efecto electoral demoledor: en Viena lleva gobernando el mismo partido cien años gracias a la dependencia clientelar que genera el alquiler municipal), la realidad actual es que la práctica totalidad de la vivienda alquilada pertenece a manos privadas. Ello hace que, si no se promueve el acceso masivo a la propiedad, aumentan las desigualdades.

En nuestro país, durante años, millones de personas modestas accedieron a la propiedad pagando a plazos a través del llamado acceso diferido a la propiedad o del préstamo hipotecario. El resultado es que hoy en España el 46.9% de los ciudadanos habita una casa por la que no paga ni a un casero (porque son propietarios), ni al banco (porque ya lograron devolver el préstamo). Por contra, en los países donde el alquiler predomina sobre la propiedad, más de 3/4 partes de la población paga toda su vida. Ello ocasiona grandes problemas cuando llega la edad de jubilación y la pensión no permite seguir pagando la casa de toda la vida. Tal vez por ello el porcentaje de inquilinos ha ido disminuyendo en toda Europa durante los últimos años, y dicho aumento del porcentaje de propietarios se considera un avance.

Pese a la evidencia de que es mejor un país de propietarios, los predicadores progres siguen diciendo cosas como las defendidas por el citado economista-sindicalista. Habitualmente, estos propagandistas del alquiler ponen Alemania como ejemplo a seguir. No nos cuentan que en Alemania el mayor porcentaje de inquilinos está en las clases populares: los pudientes, si pueden, compran. Mientras quien menos lo necesita deja de pagar por su casa al cabo de unos años (cuando logra devolver el préstamo), quien menos tiene se ve obligado a pagar por su casa de por vida (empleando mucho mayor porcentaje de su renta que una persona con renta alta). Uno de los argumentos más frecuentes de estos predicadores progres suele ser rasgarse las vestiduras porque hay que pagar la hipoteca treinta años. Ocultan que la alternativa es pagar una renta creciente (la de la hipoteca siempre decrece) durante más del doble de años…..

Se suponía que la izquierda hacia propuestas tendentes a reducir la desigualdad. Promover el alquiler en lugar de la propiedad aumenta drásticamente las desigualdades, al colocar en una posición de enorme ventaja a los ciudadanos que pueden comprar casa sobre los que no pueden. Resulta chocante que un sindicalista abogue por la política de vivienda que más desigualdades genera. La única explicación razonable es que, como vengo denunciando, la izquierda actual se ha vuelto fake: habla de igualdad, pero siempre favorece el resultado contrario.