¡A buena hora, mangas rojas!
Explica José María Iribarren en El porqué de los dichos que eso de «A buena hora, mangas verdes»ene su origen en el retraso con el que llegaban los cuadrilleros de la Santa Hermandad a capturar a los malhechores, lo que provocaba que muchos delitos quedasen impunes.
Hoy, también hay malhechores que se irán de rositas y delitos que quedarán impunes, y no de robagallinas o asaltahuertos, sino de sediciosos, malversadores y golpistas. Pero esta vez no son verdes, sino rojas, las mangas de los que llegan tarde a avisar, rojo PSOE.
No son todos, hay que reconocer que algunos, como Leguina o Redondo, fueron más tempraneros y ya nos vienen avisando hace tiempo alto y claro, a pesar de insultos o expedientes de Ferraz. Otros, en cambio, primero callan y votan y, ya luego, ya si eso, ya diré.
Y cuando ya dicen, es tarde y andan llorando por las esquinas muchos viejos socialistas al ver, como si lo descubrieran ahora, las intenciones de a quien han votado. Podrían haber avisado antes del 23 de julio, podrían haber dicho ‘no con mi voto’. Pero para qué meterse en líos si todo hacía pensar que Frankenstein no lograría sumar. Que a Sánchez lo echen otros y yo así no me enfrento.
Y ahora, que pasa lo que sabían que podía pasar, que Puigdemont tiene la llave, nos rasgamos las vestiduras por lo que también sabían que iba a pedir, la amnistía. Bienvenidos sean en todo caso los posicionamientos de las viejas glorias socialistas, pero para la próxima, Felipe, se agradecería la valentía y honradez de hablar antes y votar en consecuencia.