¡Basta ya!

¡Basta ya!
¡Basta ya!

Ingeniería social, adoctrinamiento, manipulación, sometimiento, imposición. Son sólo algunas de las estrategias que los independentistas aplican desde hace muchos décadas en España. Su plan es perverso e inmoral, pero es su plan. Edulcorado unas veces, disimulado otras, o muy a las claras y sin tapujos ya las más de las veces. Pero no importa, su objetivo está perfectamente definido y además bendecido por una democracia a la que sólo apelan y utilizan -en otros muchos más momentos la vulneran- cuando hay elecciones y, desde luego, para beneficiarse de los recursos que se establecen. Es perverso, ya que las mismas elecciones están muy predeterminadas dado el aparato propagandístico, las amenazas, los chantajes, los muchos recursos y los miedos que utilizan. La sociedad amedrentada, también huida, o en vías de abandonar más aún esos territorios donde es casi imposible respirar la verdad y la libertad.

El buque insignia en este momento es el idioma y donde se consiente por parte del Gobierno la rebeldía de la Generalidad al no aplicar la sentencia del 25%, o bien vía hechos diarios, tampoco se exige la libertad para poder hablar español en España o no poder acceder a trabajos cualesquiera, como sucede en el País Vasco, pero ya también en Baleares o Valencia . No se puede ni se permite la crítica en la universidad, tampoco se permite hablar español y además te juegas la vida como los jóvenes de S’ha Acabat en Barcelona. Es decir, se obliga en esas regiones a cumplir una manera de entender la vida diaria y que no puede hacerse como a uno le venga en gana. Padres de familia y sus hijos amenazados si ejercen sus derechos, -siempre admiraremos al niño de Canet y sus padres… unos héroes-, autónomos que han de seguir un manual de comportamiento, empresas que huyen ante la asfixia, la libertad individual de la persona cercenada, y el Gobierno, bien cómplice de todo ello, bien mirando para otro lado, y siempre actuando en beneficio de quien incumple la constitución y la ley y despreciando a quienes la cumplen respetan y protegen. Esto es el mundo al revés.

No contentos con ello. Como el modelo perverso independentista de décadas funciona, ahora el Gobierno amplía sus actuaciones al resto de España y las mismas estrategias maquiavélicas las aplica en nuevos inventos perversos que dominen al resto de los españoles a base de cambiar obligatoriamente su forma de ser, sus raíces, su cultura, y sus convicciones más profundas, tanto religiosas como humanas, pretendiendo un nuevo orden de valores, que recuerda a aquello de la » nueva normalidad «. De esta manera la ingeniería de transformación social se amplía a todos los españoles. Esto se está haciendo con un cúmulo de leyes que si fuera una y aislada quizá pasaría desapercibido, pero son muchísimas leyes atentatorias contra la dignidad de la persona, queriendo atentar contra el derecho pleno a la vida y a su protección desde la concepción hasta la muerte, el atentado a la ley natural queriendo transformar la única realidad que es la existencia de la mujer y el hombre, inventando multitud de fórmulas, transfigurando la naturaleza humana, que quieren transformar esa verdad, a costa de atacar la dignidad de la persona, pervertir a los niños y jóvenes manipulando su crecimiento natural como personas, etc..

Todo ello queriendo el Gobierno imponer por decreto y sin contemplaciones leyes absolutamente contrarias a la naturaleza humana, a la ley natural y a la propia voluntad de los padres, queriendo hacer la pertenencia de los hijos al Estado, extirpándoles de su pertenencia a sus padres. Así lo dijo el Gobierno en célebre sentencia… O la ley de educación, donde desaparece el idioma español para poder hablarlo con todo el derecho a hacerlo en cualquier rincón de España, donde las matemáticas, la física, geografía o lengua ha de estudiarse con » perspectiva de género » para influir permanentemente en la libertad personal de los alumnos, o donde la historia desaparece y se manipula dependiendo en que autonomías, para extirpar de las conciencias la seguridad de lo que somos, y por tanto crear nuevas generaciones a semejanza de una orientación impuesta.

Todo ello también sin mediar el más mínimo «diálogo» al menos para maquillar tanta perversión y tampoco mediar ninguna consulta ni reunión con expertos de cualquiera de los asuntos, y para rematar sin disponer de ninguna mayoría cualificada el partido al que pertenece el Jefe de Gobierno y ser el Gobierno más débil de la democracia quien impone tales medidas y leyes manipuladoras de las conciencias, de la persona humana y de la sociedad.

Un Gobierno que existe gracias a quienes quieren la destrucción de España, atacan la Constitución, han dado un golpe de estado, exaltan y protegen a terroristas, despreciando a las víctimas asesinadas y sus familias, amparan la desobediencia de las sentencias, con experiencia gran parte de ellos para independizarse y romper la unión de España; es el que está legislando y fomentando leyes para todos los españoles con enorme aceleración, que persiguen el enfrentamiento entre españoles, la disolución de la dignidad de la persona, la manipulación de los niños y jóvenes inoculándoles propuestas que atentan contra la libertad de los padres para su educación en cuestiones en la que nada tiene que enseñar el Gobierno o las autonomías, fomentando leyes para destruir la familia, para destruir la vida humana desde su concepción hasta la muerte natural, fomentando la destrucción de nuestra historia, de nuestra lengua, del necesario estudio de las materias formativas, o fomentando la desaparición del esfuerzo y la responsabilidad.

Podríamos seguir… es de tal perversión y planificación maquiavélica y acelerada, que han sabido inocular una ingeniería manipuladora de la sociedad para el conjunto de España imitando el ejemplo de quienes quieren la desaparición de España en Cataluña o el País Vasco. Los libros de texto ya recogen adoctrinamiento de la Ley de Educación impulsando la ideología gubernamental con perspectiva de género como eje y perdiendo los contenidos importantes, como bien ha denunciado el Vicepresidente de Madrid, Enrique Ossorio, llenando de «material sectario » esos libros en palabras de la presidenta Ayuso, siendo Madrid quien está dando la batalla de la sensatez y la coherencia ante un ataque perverso del Gobierno con mucho fondo al que Madrid está haciendo frente en bien de todos los españoles.

El plan demoníaco ha quedado al descubierto en este Gobierno, el mismo que de forma gravísima no dice nada en defensa de una menor abusada, con tal de proteger un círculo de poder, -gravísima situación auspiciada con el silencio desde el Gobierno de Valencia y sin reproche alguno del Gobierno de la nación, es decir cómplice-, pero se llena la boca de feminismo impostado y de leyes destructoras de la dignidad de la persona. Quien dice defender a la mujer, en realidad la ataca inmisericordemente y además siendo una niña desprotegida, menor de edad, sin ni siquiera una palabra oficial de resarcimiento y menos de denuncia y condena, desde el Gobierno, a los autores de la ignominia.

Hoy nos enteramos que la Generalidad -mientras actúa en rebeldía al no cumplir la sentencia del ridículo 25% de español en las aulas- pide que no se judicialice la vida política catalana, es decir que se les deje hacer lo que quieran y el ministro dice encantado que se retoma el «diálogo» diciéndole Vilagrà que no renuncian a la amnistía ni a la autodeterminación.  También nos enteramos que una parte del Gobierno está alentando ataques a la reunión de la OTAN y manifestaciones en contra de la importantísima cumbre en Madrid. El Jefe de Gobierno calla. No es serio ni admisible. En otras naciones hay que serlo y hay que mantener la palabra. La propia Argelia nos dice que la palabra se respeta…

El espectáculo que estamos dando es infame y el ejemplo a las naciones hispanoamericanas, con nuestra enorme responsabilidad con ellas, como estamos viendo, nefasto. Es hora de decir ¡basta ya! El domingo nos manifestaremos en Madrid, la sociedad civil, para reclamar libertad, para reclamar respeto a las convicciones morales de los españoles, para reclamar sin ambages que el Gobierno no pueda adoctrinar sectariamente y dictatorialmente a los españoles y para reclamar que sus perversos socios que quieren destruir Cataluña y el País Vasco, es decir destruir España, no puedan imponer sus postulados en un plan escandaloso y vil, por mucho que sea la contrapartida para seguir al frente del Gobierno.

La defensa de la vida y la defensa de la verdad son hoy más que nunca los anclajes de la libertad, y con ella de la mismísima democracia . Un Gobierno no puede conducir, adoctrinar, manipular, confundir y alienar a la persona, para lograr sus espurios objetivos. Ya conoció la humanidad la tragedia del nacional socialismo -nazismo- y del comunismo, donde la manipulación y adoctrinamiento de la persona era la estrategia capital. El Parlamento Europeo nos pide condenar para siempre estas doctrinas. Hoy se pretende lo mismo, reinventándose a través de una ingeniería social maquiavélica que atente contra la moral y la ética más elemental permitiéndose incluso desde el Gobierno ofrecer «nuevos valores», los nuevos valores totalitarios y neo-comunistas .

Un sectarismo perverso, una dictadura facilitadora de un relativismo demoniaco, una manipulación de la sociedad por etapas bien concebidas, inmoral e inadmisible, destructora de la dignidad y los valores más esenciales de la persona y a través de ello también camino estratégico para la destrucción de la unidad de España, como ya tienen testado los sediciosos indultados, socios del Gobierno, destrucción del Estado de derecho, de la constitución, de la libertad y de la democracia. Siendo por tanto el objetivo la mismísima destrucción de nuestra civilización cristiana y occidental, en la que España – propiciando su desaparición-, ha sido muy principal artífice, a cambio de la dictadura materialista y de la nada, en lo que la sociedad civil decimos alto y claro: ¡basta ya!

Lo último en Opinión

Últimas noticias