La alternativa para Baleares

Cuando asumí la presidencia del Partido Popular de Baleares avisé de que no iba a perder ni un minuto mirando encuestas, que no dejan de ser la foto fija de un momento. Sin embargo, no hace falta mirarlas para tener claro que llega un cambio de ciclo a España. La mejor encuesta son las urnas, lo demostraron en Madrid, con la inapelable victoria del proyecto de libertad de Isabel Díaz-Ayuso; nadie duda de que lo harán en Castilla y León, donde Alfonso Fernández Mañueco tendrá la confianza de la inmensa mayoría de sus ciudadanos; y está claro que el éxito de las políticas de cambio en Andalucía, pese a lo difícil que se lo han puesto algunos, va a afianzar el liderazgo de Juanma Moreno, llegado el momento. Todo ello, como antesala de la llegada de Pablo Casado a la Moncloa y del Partido Popular al Gobierno.
Por ello, desde el Partido Popular de Baleares trabajamos día a día en ofrecer un proyecto de alternativa, libertad e ilusión a los ciudadanos de nuestras islas, para que ese cambio de ciclo llegue a Baleares. Y es imprescindible. Porque lo contrario es seguir gobernados por la alumna más aventajada de Pedro Sánchez, Francina Armengol. Por su soberbia y arrogancia.
Desde hace seis años Armengol lleva convirtiendo a Baleares en el laboratorio del sanchismo, con las políticas más radicales de la izquierda, de la mano de Podemos y Més, con ataques a la economía y a nuestras libertades.
Por ello, nuestra principal seña de identidad para el cambio en nuestras islas es poner al individuo, su libertad y sus oportunidades en el centro de nuestro proyecto frente a las irrespirables políticas intervencionistas de la izquierda.
El proyecto del Partido Popular dice basta a seguir exprimiendo a las familias a base de impuestos injustos o a los autónomos con la subida de su cuota y, por ello, hemos presentado nuestra propuesta para bajar en 200 millones los impuestos a los ciudadanos de las Islas, con la supresión del Impuesto de Sucesiones entre padres e hijos, del Impuesto de Transmisiones para los menores de 30 en la compra de vivienda o la rebaja del tramo autonómico del Impuesto sobre la Renta (IRPF) con nuevas y ampliadas deducciones.
Para nuestras empresas trabajamos por la aprobación del Régimen Fiscal Especial, que ya se tramita en el Congreso gracias al Partido Popular, para compensar con bajadas de impuestos los sobrecostes de la insularidad. En la misma línea, trabajamos para la mejora de la indemnización por residencia de los funcionarios del Estado en las islas para una insularidad digna.
Nuestro proyecto dice basta a que en lugar de dar oportunidades a los jóvenes, se les trate de comprar con bonos que les dicen en qué gastar o que la máxima aspiración que se les ofrezca sea vivir en un piso de alquiler social, en lugar de darles facilidades para comprar la casa que ellos elijan.
También hemos anunciado que, como han hecho los gobiernos autonómicos del Partido Popular, dejaremos sin efecto la nefasta Ley de Vivienda de Pedro Sánchez en las Islas, con la que Armengol pretende decirles a los propietarios a cuánto pueden alquilar su vivienda. Nuestra política de vivienda pasa por incentivar a los propietarios a poner sus viviendas en alquiler con ventajas fiscales y dándoles seguridad, frente a los impagos o la lacra de los okupas.
El proyecto del Partido Popular pasa por la modernización y transformación de nuestro modelo económico para contar con un tejido productivo adaptado a los retos de la digitalización y la sostenibilidad. Pero modernizar y transformar no significa cambiar todo nuestro modelo, porque no vamos a pedir perdón por defender nuestro turismo como principal motor económico. Porque estamos orgullosos de nuestro turismo, como lo estamos de nuestra hostelería o de nuestro comercio, tan atacados por la izquierda.
Y creemos en el estado de las autonomías, pero somos conscientes de que esta autonomía sigue arrastrando problemas importantes, algunos nuevos, pero otros viejos. Necesitamos una administración autonómica ágil y eficiente, con menos burocracia y que evite la sobredimensión generada por la izquierda, que en seis años ha duplicado los altos cargos y asesores.
Nuestra alternativa nace de la moderación, porque sólo con un proyecto capaz de aglutinar a una amplia mayoría de ciudadanos podremos desalojar a Francina Armengol del Consolat. Y como vengo diciendo, moderación no significa no tener principios o ser tibios. Al contrario, requiere defender nuestras ideas con firmeza y convicción, con un proyecto claro de cambio.
Nos quedan propuestas por trabajar y que iremos detallando en los próximos meses, pisando la calle, nuestros barrios, pueblos y ciudades, y escuchando los problemas y necesidades reales de nuestros ciudadanos, pero tenemos claro el camino y cuál es la única alternativa real para acabar con las políticas de izquierda y traer el cambio de ciclo a Baleares.
Marga Prohens es la presidenta del PP en Baleares.