Se hizo famoso por tener dos trabajos y estar al borde del desahucio: así está ahora el joven Nano Jr.

Han pasado casi dos años desde que David Raga, más conocido en redes como Nano Jr., se convirtió en una figura viral tras pronunciar un mensaje directo y sin filtros que caló entre miles de personas. Tenía solo 22 años cuando su discurso sobre el valor de la familia, la falta de compromiso en muchos jóvenes y su ejemplo personal de sacrificio se convirtió en un fenómeno mediático. Desde entonces, su vida ha dado un giro inesperado, entre altibajos, oportunidades nuevas y desafíos que ha tenido que enfrentar con la misma determinación que le hizo viral.

Nano se dio a conocer a través de un vídeo grabado con su móvil, en el que, desde la humildad, lanzaba un mensaje contundente a su generación. Se preguntaba por qué quienes lo tienen todo deciden malgastar sus oportunidades, mientras otros, como él, se ven obligados a dejar el instituto para trabajar desde los 16 años. El joven valenciano relataba cómo había encadenado todo tipo de empleos para sostener a su madre y a su hermana pequeña: desde faenas agrícolas hasta turnos de camarero, pasando por la construcción y el reparto de mercancías.

 

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Aquella declaración de principios generó una oleada de apoyo y admiración. Las visitas se dispararon en redes sociales, los programas de televisión se lo rifaban y miles de personas quisieron saber más sobre su historia. En ese momento, David no solo se convirtió en portavoz de una juventud invisible, sino también en un símbolo de resiliencia. Tanto fue así que incluso recibió la inesperada ayuda de un empresario andaluz, que le obsequió con un coche para facilitar sus desplazamientos entre trabajos.

Así se encuentra Nano Jr.

A principios de este año, Nano Jr. compartió en un pódcast una situación angustiosa que volvió a poner a prueba su entereza. Después de mudarse con su madre y su hermana a una vivienda en Toledo, propiedad de la entonces pareja de su madre, todo se desmoronó cuando esa relación terminó. Al dejarlo, el propietario les ofreció seguir viviendo allí, pero sin contrato legal, pagándole en negro. Una solución temporal que pronto se convirtió en una amenaza.

Con el paso del tiempo, la figura del casero desapareció por completo: dejó de acudir a cobrar y también de hacerse cargo de los pagos. Pronto comenzaron los problemas con la propiedad y la amenaza de desahucio fue inminente. Nano, con el peso de su familia sobre los hombros, intentó regularizar la situación, pero se encontró con puertas cerradas. Aunque su historia ya era conocida, eso no bastó para encontrar de inmediato un nuevo hogar.

Afortunadamente, su entorno profesional reaccionó a tiempo. Gracias al apoyo de su equipo de marketing, lograron asegurarle un alquiler estable y legal, evitando que él, su madre y su hermana acabaran literalmente en la calle. Este capítulo, lejos de hundirlo, reafirmó su compromiso con quienes dependen de él y consolidó aún más su mensaje de lucha y responsabilidad.

La historia de Nano no terminó en aquel vídeo viral. Muy al contrario, fue el inicio de una etapa en la que ha sabido transformar su experiencia en un motor de inspiración para otros. Su autenticidad y su pasado lo llevaron a ser convocado por instituciones públicas, como el Ayuntamiento de Toledo, para participar en charlas y talleres sobre esfuerzo, familia y superación en centros educativos. Jóvenes y adultos lo han escuchado relatar en primera persona los sacrificios que ha hecho por su entorno y cómo no todo se resuelve con likes.

Una oportunidad bien aprovechada

David ha sabido profesionalizar su presencia en redes sociales. Su cuenta de Instagram supera los 130.000 seguidores y en TikTok acumula más de 370.000. Esto le ha abierto nuevas puertas en el ámbito del marketing digital, firmando colaboraciones con marcas como Campofrío. En una de estas campañas, llegó a cobrar una cifra notable que jamás imaginó: 8.000 euros por publicación. Una cantidad que ha aprovechado para seguir ayudando a su familia, aunque sin perder el norte.

David ha comenzado a explorar otro camino: el de la música. Junto a su hermana, que se hace llamar artísticamente La Samper, ha iniciado una aventura en el mundo del género urbano. Nano ha escrito y grabado varios temas, siendo Nora una de las canciones que más ha emocionado a sus seguidores. El tema, dedicado precisamente a su hermana pequeña, ha superado ya las 13.000 reproducciones en YouTube y se ha convertido en una declaración de amor fraternal y compromiso eterno.

 

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En la letra, Nano expresa su deseo de protegerla por encima de todo, y le recuerda que, pase lo que pase, siempre estará ahí para ella. Esta incursión en la música no tiene como fin el estrellato, sino ofrecer una vía de desahogo emocional y dar visibilidad a la parte más íntima de su historia. El mensaje sigue siendo el mismo: el amor por los suyos es la fuerza que lo mueve.

Lo que sí ha cambiado es su proyección: ahora, además de trabajar para mantener a su familia, quiere generar impacto positivo. Convertirse en referente, pero sin olvidar de dónde viene. No necesita grandes alardes ni promesas vacías: su historia ya habla por sí sola.