Sánchez lo sabía todo

La revelación del ex ministro de Transportes José Luis Ábalos a OKDIARIO de que el presidente del Gobierno conocía en septiembre de 2023 que Koldo Garcia estaba siendo investigado por la Guardia Civil sitúa a Pedro Sánchez en una situación políticamente imposible. En primer lugar, porque pudo cometer un posible delito de revelación de secretos al informar a Ábalos de una investigación en curso y, segundo, porque los cinco meses que transcurrieron hasta la detención del asesor sirven para comprobar el grado de cinismo de un partido que se sorprendió cuando la Guardia Civil entró en el domicilio de este último.
Pero, sobre todo, porque la investigación sobre Koldo de la UCO, con independencia de que el cerco sobre el ex ministro se produjera tiempo después, apuntaba desde sus orígenes a la existencia de una trama organizada en torno al Ministerio de Transportes. Dicho de otro modo: si Sánchez sabía que la Benemérita seguía los pasos de Koldo, es lógico pensar que estuviera al tanto de que las sospechas de la UCO iban más allá del asesor ministerial.
Sánchez, pues, no puede presumir de haber cortado cualquier atisbo corrupto, porque hizo exactamente lo contrario. Y cobra sentido la sospecha de la Guardia Civil de que Ábalos fue apartado por Sánchez al conocer que Koldo y su ministro operaban al margen del partido en lo referente a las comisiones de obras públicas. No porque fueran corruptos, sino porque se independizaron de los cauces impuestos por la dirección del partido. Las declaraciones de Abalos a OKDIARIO vienen a confirmar que Sánchez estaba al tanto de todo. Hay nombres para referirse a este proceder: revelación de secretos y encubrimiento. Y eso son delitos.